Om Amriteshwaryai Namah  

Satsang Swami Atmananda Puri – Amritapuri, 15 de abril 2020 

Mis humildes saludos a los pies de loto de Amma, mis saludos a todas mis hermanas y hermanos que me están escuchando.

Hay algo que me gustaría confesar, pero no estoy seguro de si debería decirlo, ya que mi situación es bastante similar a la de un médico que fue a ver a un paciente. El paciente tenía prevista una operación difícil y estaba muy preocupado. Por tanto, el médico fue a levantar el ánimo del paciente. Le dijo: “¿Por qué estás preocupado?”. El paciente le contestó: “Esta es la primera operación en toda mi vida, así que estoy preocupado”. Entonces el médico le dijo: “Eso no es motivo de preocupación, siempre debes estar alegre y ser muy valiente cuando te enfrentas a algo por primera vez en tu vida. Mira lo valiente que soy yo”. Entonces el paciente le preguntó al médico: “¿Qué es lo que está haciendo por primera vez?” y el médico le respondió: “Bueno, eres el primer paciente al que voy a operar”.

Podemos imaginar la situación del paciente, pues en lugar de alentarlo, el médico lo estaría desanimando. Del mismo modo, la confesión que estaba considerando si debía decirla o no, pero la diré, pues con la Gracia de Amma todo estará bien, es que este es mi primer satsang virtual.

Estoy acostumbrado a ver a las personas, ver sus reacciones y adaptar mi charla en función de lo que veo. Así que, con vuestras bendiciones y cooperación, seguiré adelante.

¿Cuál es el tema de este satsang? Básicamente, analizaremos cinco preguntas que son bastante relevantes para los tiempos que afrontamos actualmente.
       1. Vemos sufrimiento en todas partes, así que la primera cuestión sería, naturalmente: ¿Quién es el más cualificado para guiarnos por el camino ajeno al sufrimiento?
       2. La segunda pregunta sería: ¿Qué deberíamos hacer ante la situación actual a la que nos enfrentamos?
       3. La pregunta número tres sería: ¿Cuál es la causa del sufrimiento humano y cuál es la solución según los principios espirituales?
       4. La pregunta número cuatro sería: ¿Cómo aplicamos a largo plazo los principios espirituales en nuestra vida?
       5. La pregunta número cinco sería: ¿Cuáles son los beneficios de dar un enfoque espiritual a la vida?

Pregunta 1 - ¿Quién es la persona más cualificada para guiarnos fuera del sufrimiento?
Echemos un vistazo a esa persona que cuando la miramos sentimos como que está sufriendo mucho, pero de hecho esa persona no solo está controlando fácilmente el sufrimiento, sino que al mismo tiempo está liberando a millones de personas de su sufrimiento. No hay premio por adivinar de quién se trata. Veamos la vida de Amma.

Tenemos un concepto sobre Amma, pero si miramos los hechos, lo que está haciendo a lo largo de los últimos 48 años de su vida, ha sido un duro trabajo físico diario. Abraza a miles de personas todos los días, y no es fácil. Si tú o yo diéramos la mano a solo diez personas, nos dolería la mano y tendríamos que ir al quiropráctico. Sin embargo, Amma abraza a miles de personas todos los días y eso es un duro trabajo físico. Ella no toma ningún alimento antes del darshan. Siempre dice: “Haré mi trabajo y luego comeré”. Por tanto, solo come después del darshan. Cuando observas a Amma, puedes ver que la mayoría de las veces está hablando. Mientras da darshan durante 15, 16, 18 horas al día, ella también está hablando con la gente todo el tiempo, ya sea con la persona que recibe el darshan o con alguien que está al lado que viene y le hace preguntas. No es fácil hablar continuamente. Si hablas durante una hora te sentirás bastante cansado, pero Amma habla 15, 18 o más horas al día.

Entonces, ¿qué es la otra cosa que está haciendo? Está escuchando todas las penas que le transmitimos. Todos vienen con sus penas, se las cuentan y se van aliviados. Cuando vemos a psiquiatras o psicólogos que también hacen un trabajo similar, escuchando a las personas con problemas, comprobamos que solo escuchan a cinco u ocho personas al día, pues son las que pueden atender si no quieren que les afecte mentalmente. Pero vemos a Amma que está escuchando las penas de miles de personas todos los días.

Ella también tiene que controlar a muchas personas a su alrededor, a la mayoría de nosotros que a veces somos bastante desobedientes. Ella tiene que gestionar el estrés de esa situación. Además, también gestiona proyectos caritativos de millones de dólares y no cobra salario por ese trabajo. Puedes decir: “Yo también haría todo eso con un buen salario”, pero no hay salario.

Entonces, esta persona es Amma. Cuando vemos su vida parece que esté sufriendo, pero internamente no sufre. Y ella nos muestra cómo gestionar el sufrimiento. Aun así, algunos de nosotros podemos decir: “Sí, hemos visto a Amma, pero todavía no se ha producido el cambio en nosotros”.

Me acuerdo de un incidente que aparece en el Ramayana, la antigua epopeya india, en la que se cuenta una historia del Señor Rama. En ese incidente, el Señor Rama y Guru Vishwamithra entran en un ashram que está desierto. Allí no hay nadie, pero encuentran una enorme piedra. Así que el Guru Vishwamitra le dice a Rama que coloque sus pies sobre la piedra para que el polvo de los pies caiga sobre ella. El Señor Rama lo hace e inmediatamente esa piedra se transforma en una dama, en Ahalya. Había una maldición sobre Ahalya de que se convertiría en una piedra y cada vez que el polvo de los pies del Señor Rama cayera sobre ella, se transformaría de nuevo en su forma original. Esta historia es muy significativa para nosotros.

Antes de conocer a Amma, cuando nos encontrábamos en este mundo, la mayoría de nosotros habríamos llegado a la conclusión de que en el mundo no había nada llamado amor desinteresado. Todo lo que vemos, todo el amor que nos profesan, cuando nos dicen que nos aman, esperan que seamos de una manera particular, por lo que ningún amor que encontremos en el mundo es desinteresado. Sin embargo, cuando vemos a Amma nos encontramos con un ser que es cien por cien desinteresado todo el tiempo. Ese atisbo de amor puro desinteresado nos transforma. Ese es el significado del polvo de los pies de Rama, es un atisbo de amor desinteresado. Cuando vemos el amor desinteresado de Amma que ella irradia, se produce una transformación irrevocable en nosotros, porque ahora el mundo es un lugar donde puede existir el amor desinteresado.

Al ver a Amma, me acuerdo de la estrella polar que en India denominamos dhruva nakshatra. Los antiguos viajeros utilizaban la estrella polar o dhruva nakshatra como un medio de orientación porque cuando miraban el cielo la posición de todo lo demás, de todas las otras estrellas cambiaba, pero solo la estrella polar o dhruva nakshatra permanecía fija guiándolos en su viaje. De forma similar, vemos que Amma siempre nos está guiando. Puede que cambie todo a su alrededor, pero ella no cambia. Cada acción que hace es de puro amor desinteresado hacia los demás. Esto es algo que nos inspira.

¿Por qué hablamos tanto sobre el Guru o sus cualidades? Porque las cualidades o siddhis del Guru se convierten en lo que se conoce como nuestra sádhana o práctica espiritual.

Si nos fijamos en los 108 nombres de Amma, encontraremos muchas de las cualidades de Amma en las que meditar. De hecho, me han dicho que en el grupo de satsang de Sydney, explican al principio el significado de los 108 nombres de Amma. Y esto es realmente increíble. ¿Cuál es el beneficio de practicar estas cualidades? Si tratamos de absorber las cualidades que tiene Amma e implementarlas en nuestra vida, ¿cuál es el beneficio? Los antiguos poetas sánscritos Kalidas y Bhartrhari han mencionado esto como parte del proceso espiritual. Usan el símil de la gota de lluvia pura que cae en una ostra abierta. Cuando esa gota de lluvia cae, la ostra se cierra y, después de un tiempo, cuando la ostra se vuelve a abrir, la gota de lluvia se ha transformado en una perla de gran valor. De manera similar, si somos capaces de tomar una cualidad de Amma, una de sus enseñanzas y absorberla como parte de nosotros, nos transformará y encontraremos algo valiosísimo dentro de nosotros.

Algunos pueden decir: “Estamos físicamente muy lejos de Amma, ¿cómo vamos a absorber las cualidades de Amma o sus enseñanzas?”

Me gustaría compartir una experiencia que tuve hace unos años. Estaba realizando un retiro en un país, fuera de la India, y en medio del retiro una señora vino y me dijo que quería contarme algo y hacerme una pregunta. Esta señora me dijo que tenía una mala adicción de la que no podía deshacerse. Todos los días antes de acostarse se ponía delante de una foto de Amma y le decía: “Amma, Amma, por favor, cúrame de esta adicción”, pero no pasaba nada. Un día la adicción fue a peor y se sintió totalmente disgustada consigo misma. Esa noche se enojó tanto que se puso ante la foto de Amma y le dijo gritando: “Amma, si soy tu hija, tienes que curarme de esta adicción”. Después no sintió nada y se fue a dormir. Al día siguiente, cuando despertó, me dijo que la adicción había desaparecido por completo, y nunca más había vuelto. Amma le había eliminado su adicción. Le dije que era una buena experiencia y supe, en ese momento, cuál era la pregunta que iba a hacerme. Me dijo: “Te he contado mi experiencia, y tengo una pregunta. Todo el tiempo cuando rezaba ante la imagen de Amma no pasaba nada, pero cuando me enfadé ante la foto de Amma, ella curó mi adicción. ¿Por qué sucedió esto, swami?”

Todos sabemos que los caminos de Amma son muy misteriosos, y con nuestro limitado intelecto no es posible adivinar por qué sucedió esto. Así que recé a Amma y le dije: “Por favor Amma, ayudaste a tu hija, ahora ayúdame a mí para que pueda responder a su pregunta” En el momento en que recé sinceramente a Amma, me vino a la mente una historia que hacía tiempo había escuchado en un satsang y que era muy apropiada.

La historia era sobre un ferviente devoto del Señor Krishna que solía meditar y orar mucho delante de su imagen, ya que su único objetivo en la vida era tener una visión del Señor Krishna, pero Krishna nunca se le presentó. Así que, después de mucho tiempo, el hombre se cansó, se enojó con Krishna y le dijo: “He oído que al Señor Shiva se le complace fácilmente.” Se le conoce como kshipra prasada, el que se complace con facilidad. “Así, que déjame tomar una figura del Señor Shiva y colocarla en tu lugar, pues tal vez con ella obtenga la visión de Shiva, (darshan)”. Entonces colocó la figura de Shiva delante de él y movió la imagen de Krisna a un lado. Luego encendió una varilla de incienso y la puso delante de la figura del Señor Shiva. Cerró sus ojos y empezó a meditar y rezar.

Pidió que el Señor Shiva apareciera ante él, pero transcurrido un tiempo no pasó nada, así que abrió los ojos, miró y se enojó mucho. ¿Por qué? Porque el humo del incienso, en lugar de ir hacia el Señor Shiva, flotaba hacia el lado izquierdo y entraba en las fosas nasales de la imagen del Señor Krishna. Cuando el devoto observó este hecho, se enojó muchísimo y, mirando la imagen del Señor Krisha, dijo: “Krishna no solo eres un mentiroso pues dijiste que si rezaba aparecerías delante de mí, delante de tus devotos, así que eres un mentiroso ya que nunca lo has hecho. Y no solo eres un mentiroso, sino que eres un ladrón, ya que este humo de incienso era para el Señor Shiva y lo estás robando”. El devoto miró a su alrededor y encontró unas mechas de algodón. Con gran enfado se las colocó en las fosas nasales de la imagen de Krishna. En el momento en que lo hizo, el Señor Krishna se apareció ante él y lo bendijo con una visión de su divinidad. El devoto se sintió lleno de gozo. Después recordó lo que había hecho y le dijo al Señor Krishna: “¡Oh Señor!, perdóname, te he insultado, te he puesto algodón en tu nariz, pero dime ¿por qué no apareciste en todo este tiempo en que te estuve rezando, y apareces ahora que he metido algodón en tu nariz?

El Señor Krishna le respondió: “Cuando estabas rezando delante de mi imagen, mentalmente pensabas que solo se trataba de una imagen y rezabas mecánicamente, pero en el instante en que tapaste mis fosas nasales no estabas pensando que era una figura, realmente estabas sintiendo, creyendo, visualizando que esta imagen era yo, el Señor Krishna. Así que cuando me visualizaste tan perfectamente, no tuve otra opción que aparecer ante ti.”

Este sentimiento de intensa visualización es un sentimiento espiritual que se denomina bhavana. Es un sentimiento intenso de visualización en el que sentimos y ponemos de manifiesto lo que está presente, pero que todavía no se ha manifestado a los sentidos. Hablaremos un poco más sobre bhavana porque es la cualidad más importante para la bhakti o devoción.

Pregunta 2 - ¿Qué hacemos en la situación actual?

Teniendo en cuenta quién es la persona que nos guía, ¿qué tenemos que hacer en la situación actual? Esta es la segunda pregunta que nos hacemos. Obviamente, la situación actual es una situación en la que debemos imponernos una gran disciplina, así que tenemos que seguir todas las instrucciones dadas por las autoridades respectivas de cada gobierno, especialmente en cuanto al aislamiento y al distanciamiento social, ya que esa es la única forma de contener la propagación del virus. También podemos ser voluntarios en actividades que inicie el gobierno o las autoridades locales, en todo aquello que sea posible, ayudando tanto como permita la ley.

Se puede donar en especie o dinero para ayudar a las personas que sufren. Podemos hacer esto en la situación actual. Normalmente cuando nos enfrentamos a situaciones adversas, perdemos la esperanza, pero si nos colocamos a la altura del desafío, todas las situaciones adversas pueden revertirse.

Había una vez un hombre que tenía un caballo y el caballo murió, así que este hombre quiso deshacerse de algún modo del caballo. Fue a ver a un ávaro cercano y le dijo: “Te daré mi caballo por mil dólares”. El avaro contestó: “No. Sólo te daré doscientos dólares”. El hombre aceptó y le pidió al avaro que fuera a su casa a buscar al caballo y que lo encontraría acostado. El hombre, nada más tomar el dinero, desapareció.

Pero después de estar fuera mucho tiempo tuvo que regresar a su ciudad natal. Volvía un poco avergonzado y no sabía cómo enfrentarse al avaro al que había estafado 200 dólares. Finalmente reunió coraje y fue a disculparse. Le dijo: “Siento mucho lo del caballo”. El avaro le respondió: “No tienes que disculparte de nada de lo que hiciste, pues era lo que querías hacer. Está bien”. El hombre le pidió que no se enojara con él, pero el avaro le dijo: “No estoy en absoluto enojado contigo. De hecho, estoy feliz porque me diste la oportunidad de ganar mucho dinero”.

El hombre se sintió sorprendido y le preguntó cómo había podido ganar dinero con su caballo muerto. El avaro le dijo: “Ha sido muy simple, puse un anuncio en el periódico local con una oferta de venta de platos (tenía una tienda de platos), uno por un dólar y la posibilidad de ganar un caballo como parte de un sorteo. El que ganara el premio obtendría un caballo. A la gente le encantó la idea y vendí 10.000 platos con unos ingresos de 10.000 dólares. Después seleccioné a un ganador con un sistema de rifa y le di el caballo. El ganador me dijo que estaba muerto, así que le devolví su dinero, le devolví un dólar.” Como veis este avaro a pesar de que se encontró en una situación muy adversa, tuvo la capacidad de darle la vuelta y obtener un beneficio.

Hay un consejo que Amma siempre nos da. Amma nos dice que siempre seamos avaros. ¿Amma dice eso? Amma dice: “Sed avaros respecto al tiempo”. Ella dice que cada segundo es importante y que hemos de tener mucho cuidado en cómo empleamos cada segundo. Si somos cuidadosos con el empleo del tiempo podemos conseguir que todas las circunstancias nos sean favorables.

¿Cuáles son las cosas que podemos hacer en la situación actual? Lo primero, mantener nuestra salud, que es muy importante, y nuestra inmunidad. Podemos hacer muchos ejercicios, hacer yoga, podemos perder el exceso de peso que nos habíamos planteado perder y que no lo hicimos por falta de tiempo para hacer ejercicio. Podemos realizar o completar estudios que no hicimos. Muchas universidades e instituciones han abierto sus recursos y se pueden hacer cursos gratuitos certificados on-line. Podemos incrementar nuestra habilidad profesional.

También podemos hacer algo que hemos ido posponiendo durante mucho tiempo por falta de tiempo. Por ejemplo, aprender a cantar, a escribir, limpiar la casa, deshacerse de cosas inútiles que se acumulan en el trastero.

Por último, pero no menos importante, lo que podemos hacer, en la situación actual, es profundizar en nuestra práctica espiritual. Amma dice que, si todos rezamos sinceramente, disminuirán los problemas que está causando el virus. Pero Amma ha dicho que todos tenemos que rezar y hacerlo sinceramente. Por tanto, cada uno de nosotros puede adoptar un sankalpa o decisión para hacer fielmente una determinada práctica espiritual hasta que esta situación se resuelva.

Por ejemplo, podemos hacer el recitado del Mahamrityunjaya mantra 108 veces al día o mil veces al día, dependiendo de nuestras preferencias. Si hacemos un esfuerzo sincero y nos rendimos, entonces la gracia vendrá definitivamente y superaremos la situación actual.

Pregunta 3 - ¿Por qué sufrimos? ¿Cuál es la razón de este sufrimiento?
Hay un incidente que me sucedió hace unos 24 o 25 años, cuando Amma solía combinar la gira de los Estados Unidos con la gira por Europa. Entonces ella pasaba fuera del ashram unos tres meses. Para los que estábamos en Amritapuri esperando a que ella volviera, el dolor resultaba insoportable. Cuando ese año en particular regresó, salió de su habitación para ir a dar darshan y yo me encontraba cerca de ella. Cuando la miré, surgió dentro de mí una serie de emociones, brotó todo el sentimiento de tristeza, el dolor de la separación, y comencé a derramar lágrimas. Al mismo tiempo, Amma se detuvo frente a mí sonriéndome, así que también surgió una sonrisa en mi rostro. Entonces Amma me miró con mucho amor y me dijo: “Hijo, ¿estás llorando o riendo?” No pude responderle, las lágrimas seguían sin parar. Amma me miró y no dijo nada, solo hizo un gesto y levantó la vista. Lo que sentí, el mensaje que ella quería transmitirme es como si me dijera: “Hijo, si quieres llorar, llora. ¿Qué puede hacer Amma?, pues Amma está ahora aquí, frente a ti.”

Pasados unos años, cuando comenzamos a estudiar escrituras y textos filosóficos, descubrí que la esencia de la Bhagavad Gita está en un versículo del sexto capítulo que dice:

“Uddhared ātmanātmānam nātmānam avasādayet ātmaiva hy ātmano bandhur ātmaiva ripur ātmanah”

¿Qué significa esto? Significa: Levántate solo. No te permitas bajar. Es tu mente, que es tu mejor amigo. Es tu mente, que es tu peor enemigo

Así que elevemos nuestro propio ser con la ayuda de la mente. Por tanto, la mente es lo más importante. Si aprendemos cómo controlar la mente, entonces podremos superar el dolor.

En el Mahabharata, una epopeya escrita hace miles de años, hay un diálogo interesante entre un ser místico llamado Iaksha y el rey Yudishthira que es muy justo y buen conocedor. Iaksha, el ser místico, había establecido una maldición dirigida a los hermanos del rey, y le dice al rey Yudishthira: “Tienes que responder a mis 18 preguntas correctamente. Si las respondes, se levantará la maldición”.

El rey Yudishthira era extremadamente noble, justo y bondadoso, y como buen conocedor respondió a todas las preguntas, por lo que se levantó la maldición. De las 18 preguntas, la última es sumamente interesante. En ella Iaksha pregunta al rey en sánscrito: ¿Kim Aascharyam? “¿Qué es lo más sorprendente?” Yudishthira responde: Ahani ahani bhutaani gachanti iha yamaalayam, que significa: “Todos los días innumerables criaturas van a la barca de Yama, el dios de la muerte. Todos los días mueren miles de seres”. Shesha sthavaram icchanti “Y, sin embargo, los que se quedan creen que son inmortales.”

¿Kim ascharyam atah param? “¿Qué puede haber más sorprendente que esto?” Cada día, seamos conscientes o no, muere un promedio de unas 150.000 personas, pero no somos conscientes ni nos afecta. A la mente no le afecta. Por tanto, no sufrimos por los hechos de la vida. La ciencia espiritual dice que sufrimos por una total falta de comprensión de quiénes somos, de cuál es la naturaleza del mundo y cuál es nuestra relación con la Divinidad.

Amma dice que, para deshacernos completamente del sufrimiento, para eliminarlo completamente de nuestras vidas, debemos entender la relación entre estas tres cosas:
         1. Jiva, el alma individual.
         2. Jagat, el mundo a nuestro alrededor.
         3. Ishvara, el Señor Supremo, el creador de este universo.

Amma aclara esto aún más, ella dice: “Tenemos una naturaleza permanente y una naturaleza temporal. Sufrimos porque nos enfocamos exclusivamente en nuestra naturaleza temporal y evitamos mirar nuestra naturaleza permanente”. Parafraseando a Amma --estas no son palabras directas de Amma--, nos dice en esencia que nosotros creemos que somos seres materiales que a veces tenemos experiencias espirituales, pero la verdad es que somos seres espirituales que tenemos experiencias materiales temporales.

Esto está muy bellamente ilustrado en lo que se conoce como el Mundaka Upanishad, un antiguo texto sobre el camino de la sabiduría, en donde se menciona: “Al igual que de un fuego que está completamente en llamas, miles de chispas, que son en esencia el fuego en sí, vuelan y vuelven a caer en ese fuego; de manera similar, de ese ser divino, de ese ser imperecedero, miles y millones de criaturas emergen y se funden de nuevo en él”. Por tanto, esta es la esencia de la sabiduría espiritual: que tenemos una naturaleza permanente, que pasamos completamente por alto, y solo nos enfocamos en nuestra naturaleza temporal.

Pregunta 4. Entonces, ¿qué hacemos de manera permanente o a largo plazo? ¿Cómo centrarnos en lo permanente?

Esa es la pregunta que surge en nuestra mente. Una vez un hombre fue a ver al médico y le dijo: “No estoy contento con el tratamiento que le está dando a mi esposa”. El doctor le preguntó: “¿Por qué?” El hombre le contesta: “Mi esposa, antes de que comenzara el tratamiento, antes de que viniera aquí, solía decirme: ‘Oh, ¡qué guapo eres!, pero ¡qué guapo!, he tenido mucha suerte de casarme contigo’. Pero después de acudir a su consulta y recibir los tratamientos, ha cambiado por completo. Su comportamiento ha cambiado. Ahora me mira y dice ‘oh, no eres nada guapo, más bien eres feo’. Así que yo creo que las inyecciones que le está dando, tal vez le estén alterando sus hormonas o algo así, pues ha cambiado por completo. Así que, por favor, deje de darle esas inyecciones.” El médico sonriendo le dijo: “Es cierto que estoy tratando a su esposa, pero no le he dado ninguna inyección ni tratamiento alguno. Lo único que hice fue recetarle unas lentes de contacto porque su vista era muy débil. Ahora que se ha puesto las lentes, puede ver las cosas tal como son.”

Bien, esto es exactamente lo que nos pasa. Miramos el mundo, nos miramos a nosotros mismos y nos enfocamos en lo temporal, pero cuando escuchamos las palabras sabias del Guru, ellas actúan como las lentes de contacto, ajustan nuestro enfoque y permiten enfocarnos en lo que es permanente dentro de nosotros.

Amma siempre dice: “Conoce naturaleza de la vida, la naturaleza del mundo, y entonces sabrás cómo lidiar con ella”. La naturaleza de la vida es tal que siempre habrá buenos y malos momentos. Amma siempre habla del pájaro que está sentado en la rama seca de un árbol. El pájaro allí sentado se divierte, disfruta de la brisa, sacude sus plumas, está tomando el sol; descansa sobre esa ramita seca, pero sabe que es una ramita seca y puede romperse en cualquier momento. Y cuando la rama se rompe, el pájaro se echa a volar. El pájaro no depende de la ramita, la utiliza.

Del mismo modo, en la vida siempre habrá buenos y malos momentos. Así que el éxito en la vida llega cuando empezamos a ocupamos de superar cada mala situación.

Hace poco he estado leyendo un interesante artículo escrito por algunos científicos de la Universidad de Columbia. Uno de los científicos ha sido muy activo en el descubrimiento de medicamentos para el virus del SIDA. Por tanto, en la Universidad de Columbia, intentan encontrar un medicamento que cure todos los virus que puedan aparecer en el futuro. Los científicos decían: “Tenemos que ser proactivos, nunca más debemos esperar a ponernos al día en función de las circunstancias”. Esto es lo que se conoce como estrategia a largo plazo.

De igual modo, una estrategia a largo plazo en la vida espiritual tiene que empezar por enfocarse en lo que es permanente en nosotros. ¿Por qué? Porque cuando nos centramos en lo que es permanente dentro de nosotros, nada puede afectarnos.

Mirad la de cosas diferentes que suceden alrededor de Amma y nada altera su compostura porque está establecida en lo que es permanente. Y ella nos está guiando, mostrándonos cómo alcanzar esa naturaleza permanente. ¿Qué nos impide centrarnos en lo que es permanente? Amma dice: “La verdadera fuente de felicidad está en lo permanente que hay en nosotros”.

El ejemplo usado en la tradición india es el del sándalo. Este tipo de madera es en sí mismo muy fragante, pero si se mantiene en un lugar húmedo aparecerán gruesas capas con un olor desagradable. Si quitas estas capas y raspas el sándalo, sale la fragancia inherente al sándalo.

De manera similar, Amma dice que nuestra verdadera naturaleza, lo que es permanente dentro de nosotros, nuestra naturaleza inherente, es amor, belleza, paz y dicha, pero no las experimentamos por los revestimientos que cubren nuestra verdadera naturaleza. Estos revestimientos son tres tendencias de la mente que tienen que ser purificadas. Ese es el objetivo de todas las prácticas espirituales.

La primera capa o tendencia que tenemos que purificar se conoce como tamas. Significa los obstinados gustos y aversiones que encontramos en nuestra mente. ¿Cómo conseguimos que se vayan? A través de lo que se llama servicio desinteresado, seva o karma yoga, porque cuando practicamos karma yoga, servicio desinteresado, vamos más allá de nuestros gustos y aversiones.

En el Devi Mahatmyam, una antigua epopeya india que describe la gloria de la Diosa, esta eliminación de tamas, esta eliminación de los obstinados gustos y aversiones se representa como la muerte de los demonios Madhu y Kaitabha. Maha Kali se convierte en el instrumento de esas muertes.

En las antiguas epopeyas tenemos muchas historias de dioses matando demonios, lo que significa la purificación de las tendencias negativas en nosotros. Maha Kali, representa lo que se conoce como kriya shakti en nosotros. Kriya shakti significa el poder de realizar acciones.

La segunda capa que nos impide experimentar la dicha de nuestra verdadera naturaleza es lo que se conoce como rajas. Es la incapacidad de la mente para concentrarse en un punto y esto se representa en el Devi Mahatmyan por la muerte del demonio Mahishasura por parte de Maha Lakshmi. Rajas es la incapacidad de enfocar nuestra mente y ¿cuál es el remedio? Es lo que se conoce como upasana, todas las prácticas que nos ayudan en el desarrollo de la concentración, ya sea haciendo una puja, cantando bhajans, recitando los 108 nombres, recitando nuestro mantra o con la meditación. Así que cuando practicamos upasana dispuestos a purificarnos de los rajas llevamos la mente bajo control. Maha Lakshmi representa la iccha shakti, el poder de la voluntad dentro de nosotros.

La tercera sección del Devi Mahatmyam, describe la muerte de los demonios Sumbha-Nisumbha por parte de la diosa Saraswathi. Maha Saraswathi es la diosa del conocimiento. Estos demonios representan la tercera capa, que es el concepto equivocado que tenemos de nosotros y nuestra circunstasncia. Representa el conocimiento incorrecto. El conocimiento se denomina sattva. Cuando tenemos un conocimiento erróneo, tenemos que purificarlo y corregirlo. Por tanto, Sumbha-Nisumbha se refieren al concepto de mí y mi circunstancia, y sólo pueden ser eliminados por la diosa Saraswathi. Esta diosa representa el poder del conocimiento, el jñana shakti, en nosotros.

En los mil nombres hay un mantra, el 658, que menciona las tres shakti: ¡Om iccha-sakti-jñana-sakti-kriya-sakti-svarupinyai namaha! Que traducimos como: “¡Alabada sea la que está en la forma de los poderes de la voluntad, el conocimiento y la acción!” Ahora sabemos que cuando invocamos esas tres shakti lo hacemos para purificar. Con kriya shakti eliminamos los tamas, los gustos y aversiones. Cuando invocamos iccha shakti podemos conseguir que la mente se calme, se enfoque practicando upasana. Cuando invocamos la jñana shakti, la luz del conocimiento, eliminamos los conceptos equivocados sobre quiénes somos. Y cuando lo logremos, alcanzaremos lo que es nuestra verdadera naturaleza.

He visto a Amma en acción como Maha Saraswathi destruyendo conceptos. Ella lo hace todo el tiempo. Una vez estaba viendo a una señora que vino a recibir el darshan. Lloraba porque su esposo había fallecido, así que Amma la abrazó, la consoló, le prestó mucha atención, le acarició la espalda, habló con ella, y así se tranquilizó un poco. Al cabo de unos días, volvió de nuevo y cuando la vi que iba a recibir darshan pensé que tal vez Amma volvería a hablar con ella durante mucho tiempo, la consolaría, pero cuando se acercó a Amma, la abrazó y solo le susurró algo al oído. Y eso fue todo. Fueron unos segundos, pero en el momento en que Amma le dijo algo, se sintió muy tranquila, en paz, y dejó de llorar. Después de unos días la conocí y le pregunté: “¿Qué te dijo Amma?” Entonces esa señora me dijo: “La primera vez que vine realmente necesitaba el amor de Amma. Y ella me lo dio sin límite. La segunda vez no me dolía tanto la pérdida de mi esposo. Estaba pensando ¿por qué me ha sucedido a mí?, ¿por qué se fue mi esposo? Entonces, esa vez, Amma solo dijo una cosa. Era una pequeña frase, pero la verdad de esa frase reverberó en el centro de mi alma.

Y lo que le dijo Amma fue muy simple. Amma la miró y le dijo: ‘Hija mía, si él fuera realmente tuyo, ¿se habría ido sin tu permiso?’”. La frase es sencilla, pero contiene una inmensa riqueza de conocimiento.

La mujer me dijo: “Esta vez lo he entendido, pues nada es realmente mío, lo que sea que hubiera en mi vida era un regalo de Dios y, por tanto, fue el deseo de Dios que mi marido estuviera conmigo algún tiempo. ¿Por qué cuando decimos que tenemos el control sobre algo o decimos que algo es mío, y cuanto más control tenemos sobre algo, más podemos decir que es nuestro? Pero yo no tengo ningún control. La persona que se manifestó como mi esposo tenía su destino y lo empleó. Yo estaba agradecida con Dios por haberme dado un esposo tan maravilloso, pero cuando llegó el momento en que tuvo que irse, lo hizo porque no era mío, era un regalo de Dios”. Esa comprensión surgió en aquella mujer y le dio una paz inmensa.

En resumen, ¿cómo es una práctica a largo plazo? Voy a hacerlo un poco más simple. En los hogares indios podéis comprobar que se suele encender una lámpara por la mañana y mantenerla encendida durante todo el día. Es altamente simbólico, ya que encender la lámpara significa iluminar nuestro corazón con amor. Prácticamente lo que significa es que cuando te levantes por la mañana enciendas tu corazón con amor, no salgas de la cama hasta que tengas un sentimiento de amor reverberando en todo tu ser. Así que haz tus acciones a la luz de la lámpara. Es decir, a partir de ese sentimiento de amor, cada acción que hagamos debe ser compasiva. Se considera desfavorable si la lámpara se apaga en un hogar indio, por lo que la gente se asegura de que la lámpara se mantenga encendida. Del mismo modo, una vez que encendamos la lámpara del amor en nuestro corazón y nos levantemos, nos movamos y comencemos a hacer nuestras actividades diarias, debemos asegurarnos de que ese amor no se desvanezca. No se desvanecerá, si cada acción que hagamos se basa en la compasión.

Cuando decimos compasión, ¿qué queremos decir? Si miramos la etimología de la palabra, literalmente significa “sufrir con”. Cuando literalmente sufres con alguien, cuando te vuelves uno con la otra persona, cuando sientes el sufrimiento de la otra persona, entonces no piensas, actúas. Y eso es lo que vemos que hace Amma cada día.

Pregunta 5 - Entonces, ¿cuál es el beneficio de adoptar un enfoque espiritual en nuestra vida?

Si miramos nuestra vida, vemos que venimos a este mundo llorando y lo dejamos llorando, pero si adoptáramos un enfoque espiritual, abandonaríamos este mundo de una forma diferente.

Solo narraré un incidente que me contó un devoto. Fue muy conmovedor. Me dijo que su esposa fue diagnosticada con una enfermedad terminal y estaba en el hospital. Los médicos le dijeron a la familia que solo le quedaban unas pocas horas de vida. El marido estaba hundido y los hijos también, pero esta mujer era extremadamente espiritual. Había pasado toda una vida siguiendo las instrucciones de Amma haciendo práctica espiritual. Lo que hizo fue decirles: “No lloréis, no os dejaré, voy a fusionarme en Amma. A medida que avanzo hacia ella, lo que debéis hacer es sentaros cerca de mí”. Les pidió que se sentaran a su alrededor y les dijo: “Ahora recitar el Lalita Sahasranama, dejadme escuchar los nombres de Amma”. Mientras escuchaba el recitado, dejó su cuerpo con una sonrisa en sus labios. Esto es lo que puede suceder cuando se lleva una vida espiritual. Se puede venir a este mundo llorando, pero cuando nos vayamos, podemos irnos sonriendo. Podemos ser como una flor, que cuando florece extiende su fragancia por todas partes mientras está ahí, y cuando muere se convierte en una fruta. Y ese fruto beneficia a las generaciones venideras. Así que dejemos que nuestra vida sea así, que esté llena de la fragancia del amor y la compasión, y que nuestra vida sea una inspiración para los demás.

Cuando dentro de cientos de años la gente mire, verán que hubo un gran ser espiritual llamado Amma. Y cuando vean y pregunten cuál fue el mensaje de Amma y cuál fue el mensaje de la vida de Amma, todos dirán: “Fue amor y compasión”. Y después preguntarán ¿cuál es el mensaje de los discípulos de Amma, de los devotos de Amma, el mensaje de sus vidas? Así que deja que el mensaje de nuestras vidas sea: “Gracias Amma”.

Que la Gracia de Amma esté con todos y cada uno de nosotros para que podamos ser fuente de inspiración para todos los que nos rodean.

Concluyamos este satsang recitando Lokah Samastha Sukhino Bhavantu nueve veces juntos. Mientras recites Lokah Samastha Sukhino Bhavantu siente las vibraciones de paz y amor que surgen en tu corazón, extendiéndose, dando consuelo, consuelo y paz a todos los que están sufriendo, a los familiares de todos los que están sufriendo, y que estas vibraciones de paz ayuden a los que han abandonado la espiral mortal y les permita avanzar en este viaje espiritual.

"Aum Lokah samastah sukhino bhavantu (9x)

Aum Shanti, Shanti, Shantih

Om Sri gurubhyo namah, hari om ” 

 

 

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Om Amriteshwaryai Namah  

NĀRADA Bhakti Sutras - Parte 1 (20 de junio de 2020)  by Swami Atmananda Puri

Ofrezco mis humildes reverencias a los pies de loto de Amma. Saludo a todos mis hermanos y hermanas.

Antes de empezar la charla, me gustaría saber cuántos de vosotros estáis siguiendo los mensajes de Amma en el canal de You Tube de Amrita World. Si no lo estáis haciendo, os lo recomiendo, seguid los mensajes, por favor. En concreto, hay unos diez mensajes sobre la situación actual del Covid. Es un tesoro inestimable.

Hay también otros videos con mensajes cortos de Amma. Duran cuatro o cinco minutos. Podéis mirar uno cada día, os marcará el tono del día. Como Amma ha hablado mucho sobre la situación del Covid, y creo que aún hablará más, no la voy a comentar.

Por lo tanto, vamos a empezar con el tema del día.

Todo empieza con un directivo en su oficina. El directivo había pedido un préstamo a una persona y ahora no lo quería devolver. Cada vez que el acreedor quería recuperar su dinero, llamaba al directivo y le decía: “Voy a tu oficina, así que por favor ten el dinero preparado”. Y cada vez que el directivo sabía que el acreedor iba a ir a verle, le decía a su secretario: “Voy a salir, si viene este hombre dile que no estoy”. Esta situación se repitió unas cuantas veces, hasta que el acreedor se dio cuenta y decidió ir a la oficina sin avisar.

El acreedor aparcó y salió del coche y el directivo lo vio desde la ventana. “Anda, ha venido el acreedor”. No se podía escapar, porque su oficina sólo tenía una salida, pero por suerte para él, tenía un cristal unidireccional, no podía verse el interior desde fuera. Así que le dijo a su secretario: “Cuando llegue el acreedor, dile que NO estoy en la oficina. Todas las otras veces, en cuanto le decías que no estaba, se iba. Hoy se irá también y en cuanto se vaya podré salir”. Así que cuando llegó el acreedor, el secretario del directivo le dijo: “Lo siento, el jefe no está.” El acreedor contestó: “Muy bien, lo esperaré”.

Y esperó, justo en frente del despacho del jefe. Pasó una hora, pasaron dos horas, pasaron tres horas y no se fue. El jefe estaba en un apuro, tenía que ir al baño, quería comer, pero no podía hacer nada, estaba atrapado. Finalmente se dijo: “Es mejor pagar al acreedor que permanecer atrapado en este despacho”. Así que salió y se encontró con el acreedor, que no pareció nada sorprendido al verlo. Le dio el dinero y le preguntó al acreedor: “¿Cómo es que no te has ido cuando el secretario te ha dicho que no estaba? Todas las otras veces me dijeron que venías, te decían que no estaba y te ibas. Hoy ha sido como si supieras que estaba en mi despacho.” El acreedor dijo: “Sí, sabía que estabas en el despacho.” El jefe, sorprendido, replicó: “¿Cómo sabías que estaba en el despacho, ¿podías oírme?” “No.” “¿Podías olerme?” “No.” “¿Podías saborearme?” “No.” “¿Tocarme?” “No.” “Entonces, ¿cómo sabías que estaba en el despacho?” Y el acreedor contestó: “Es muy fácil: las otras veces cuando tu secretario me decía que no estabas, miraba alrededor y veía que ninguno de tus empleados estaba trabajando. Algunos miraban el WhatsApp, otros Facebook, otros el último partido de cricket; nadie trabajaba. Pero hoy, cuando tu secretario me ha dicho que no estabas en el despacho, he mirado alrededor y he visto que todos y cada uno de los empleados estaban trabajando. Así que, aunque no podía verte, ni percibirte, ni olerte, saborearte o tocarte, podía ver el efecto de tu presencia. Por eso he sabido que estabas aquí.”

Algunos se preguntan si hay un Paramatman, un Ishwara, un poder divino. Si no podemos ver a Ishwara, el Paramatman, si no podemos oler a Ishwara, si no podemos saborear a Ishwara, si no podemos tocar a Ishwara, ¿cómo sabemos que existe Ishwara, el Paramatman, el poder divino? Es muy fácil: echad un vistazo a vuestro alrededor. ¡Qué creación tan hermosa! Todo funciona a la perfección. Los planetas, las estrellas, desde el nivel microscópico hasta el macroscópico, todo funciona perfectamente, hay tanta belleza en la creación que tiene que haber una inteligencia de la cual ha surgido todo esto.

Sin embargo, hay gente que dice: “No, no, no hay ninguna inteligencia detrás de todo esto. Todo surgió del caos. Es totalmente fortuito.” Bien, si creemos una cosa, también podemos creer otra. Imaginaos que tenéis un mono, lo ponéis delante de un ordenador y se pone a escribir. No sabe lo que está haciendo, sólo está pulsando teclas al azar y va escribiendo algo. Al cabo de un rato miráis lo que el mono ha escrito y descubrís, con gran sorpresa, que durante cuatro o cinco horas el mono ha estado escribiendo las obras completas de Shakespeare sin un solo error. ¿Os lo creeríais? No, parece imposible. Entonces, si eso no puede ocurrir por azar, ¿cómo puede el universo entero provenir del azar? Tiene que haber una inteligencia, y esa inteligencia se llama Ishwara, el Paramatman.

Voy a contar una historia que escuché explicar a Amma hace mucho tiempo, la historia de dos hormigas. Había una hormiga que vivía en una montaña de sal. Sólo podía comer sal, y estaba muy delgada, porque lo único que comía era sal. Un día vio a una hormiga regordeta con aspecto saludable que iba hacia ella y se sorprendió. Le dijo: “¿Cómo es que estás tan saludable?” La hormiga regordeta dijo: “Es que vivo en una montaña de azúcar. Como azúcar. ¿Por qué no vienes conmigo? Tú estás así porque sólo comes sal. No estás sana. Ven conmigo y podrás comer azúcar.” El azúcar no es bueno para nosotros, los humanos, pero es muy bueno para las hormigas. Por eso la otra hormiga estaba tan sana. La hormiga de la sal dijo: “Voy a recoger mis cosas.” Entró en la cueva, volvió con su mochila y se fueron las dos hacia la montaña de azúcar. La hormiga del azúcar le dijo a la hormiga de la sal: “Toda la montaña está hecha de azúcar, come tanto como quieras. Yo tengo que irme, volveré dentro de un par de semanas y cuando vuelva espero verte tan sana y regordeta como yo.”

Al cabo de las dos semanas, la hormiga del azúcar esperaba encontrar a la hormiga de la sal regordeta y saludable, pero desgraciadamente la encontró prácticamente como la dejó, con apenas una leve mejora. Muy sorprendida, le dijo: “¿Qué ha pasado? ¿Has comido azúcar?” La hormiga de la sal dijo: “Sí, he comido azúcar, pero en realidad no me ha gustado. No es tan buena como dices.” La hormiga del azúcar estaba sorprendida ¿Cómo era posible que a una hormiga no le gustara el sabor del azúcar?

Entonces miró atentamente el interior de la boca de la hormiga de la sal y sacó dos bloques blancos. Le preguntó qué era aquello y la otra le contestó: “Es un poco de sal que he guardado en mi boca.” “Y ¿cómo es eso? ¿Para qué guardas sal en tu boca?” dijo la hormiga del azúcar. La hormiga de la sal respondió: “Toda mi vida he comido sal, así que cuando me hablaste de esa cosa maravillosa llamada azúcar, no estaba segura de que me fuera a ir bien y, como sé cómo sobrevivir con la sal, aunque sea miserablemente, mantuve dos pedazos de sal en la boca, por precaución.”

La hormiga de la sal comía azúcar con la boca llena de sal. Así nunca disfrutaba la dulzura del azúcar. La hormiga del azúcar retiró la sal de la boca de la hormiga de la sal y le dijo: “Ahora come.” La hormiga de la sal empezó a comer y ya no pudo parar, y se puso tan saludable y contenta y regordeta como la hormiga del azúcar.

¿Qué nos enseña esta historia? Amma dice que, como la montaña de azúcar, Ishwara Shrishti o la creación de Ishwara, está llena de miel. Nosotros le ponemos la sal. Nuestra aportación al Ishwara Shristhi, a la creación de Dios, es nuestro ahamkara. Por ahamkara, Amma quiere decir el ego y, por ego, Amma se refiere a nuestros gustos y aversiones. Experimentamos el mundo a través del filtro de nuestros gustos y aversiones y, cuando experimentamos esta Ishwara Shristi, esta creación de Dios, a través del filtro de los gustos y aversiones, nos perdemos su dulzura.

Cuando nos fijamos en nuestro mundo pensamos que hemos creado un montón de cosas: he hecho esto, he hecho aquello, me gusta esto, no me gusta esto otro… Pero cuando nos fijamos de verdad, vemos que no hemos creado nada en absoluto. Incluso el cuerpo, que llamamos nuestro, es un regalo. No hemos creado este cuerpo. Fijaos en vuestra vida y preguntaos honestamente si se puede decir que hayamos creado algo. Nada. Todo lo que experimentamos en este momento es la creación de Dios. La única contribución que hacemos a la creación de Dios son nuestros gustos y aversiones. Por eso, cuando dejamos este mundo, estamos dejando la creación de Ishwara. No podemos llevarnos nada con nosotros, porque nada es nuestro. Aunque, de hecho, sí que nos llevamos algo cuando dejamos este cuerpo para continuar el viaje: nuestros gustos y aversiones. Es la única cosa que podemos llevarnos, porque es la única cosa que hemos creado. Una vez que comprendamos este hecho fundamental, entenderemos lo que Amma quiere decir cuando dice que todo es Ishwara Shristhi. Amma siempre dice: “El creador y la creación no son dos cosas diferentes.” Lo único que tenemos que eliminar son nuestros gustos y aversiones.

En la situación actual, muchos de nosotros estamos encerrados en nuestras casas debido al confinamiento, y nos vemos forzados a estar con gente o con familiares con los que apenas nos relacionábamos. Ahora, al tener que convivir con estas personas, tenemos que interactuar más y más con ellos, y se empiezan a manifestar todos los gustos y aversiones. Hace poco recibí un mensaje de una persona que no solía llevarse bien con su esposa, y me decía: “En estos días, aunque aún tenemos discusiones, siempre terminan en risas.” Me sorprendí mucho porque no me lo podía imaginar llevándose bien con su mujer. Porque así eran. Pensé: “¡Qué bien!” Entonces le pedí que me lo explicara. Me dijo: “Es muy fácil. Cuando discutimos, al final ella siempre acaba tirándome algo. Cuando me tira algo y falla, yo me río. Y cuando no falla, la que se ríe es ella. Así que la discusión termina siempre en risas.”

¿Por qué pasa esto? ¿Por qué queremos tirarle cosas a la persona que amamos? Porque no la aceptamos tal como es. Ishwara Shrishti, ¿qué significa? Dios ha creado a una persona: para uno es la esposa, para otro la madre, para otro la hija, para otro la hermana. Esta es nuestra imposición sobre Ishwara Shristhi. Así que, cada vez que nos cruzamos con una persona, somos incapaces de aceptarla tal cual es, queremos que se comporte como a nosotros nos gustaría. Y cuando se comporta de acuerdo con su naturaleza, no somos capaces de aceptarla. Queremos que cambie. Ante tal situación, lo que tenemos que hacer antes que nada es ver si es nuestra responsabilidad cambiar a esa persona. Si no lo es, no debemos hacerlo. Para cambiar el comportamiento de una persona, en lugar de decirle que se equivoca, que lo que hace está mal, podemos explicarle el beneficio de actuar de otra manera. Si nos parece que tiene algún comportamiento ofensivo, podemos mostrarle el beneficio de actuar de una forma en particular. Eso únicamente debemos hacerlo si es nuestra responsabilidad cambiar a la otra persona. Siempre que lo intentemos debemos ser muy cuidadosos.

Una vez una madre y su hija pequeña estaban cenando juntas. A solas la niña y su madre. La niña, intrigada, miraba a su madre, que tenía cinco o seis mechones de pelo blanco. Con curiosidad, le preguntó: “Mamá, ¿por qué tienes el pelo tan blanco?” La madre pensó que era una buena oportunidad para cambiar el comportamiento de su hija. Dijo: “Cariño, cada vez que haces algo que me enfada, cada vez que haces algo malo, cada vez que me haces llorar, uno de mis cabellos se vuelve blanco.” La niña miró a su madre, apenada, y dijo: “Mamá, lo siento mucho, nunca más haré nada que te haga llorar o enfadar.” La madre se puso muy contenta. La niñita metió la cuchara en su bol de cereales y mientras levantaba la cuchara se paró y miró a su madre. La madre miró a la niña: “¿Qué pasa?”, dijo. La niña contestó: “Mamá, tengo una pregunta.” “¿Cuál es la pregunta?” dijo la madre. La niña contestó: “¿Cómo es que el pelo de la abuela es totalmente blanco?”

Si queremos cambiar a la gente, tenemos que cambiar nosotros primero. No intentemos cambiar a la gente según nuestros deseos: nos pasará como a esa madre de la historia. Aunque si insistís en cambiarlos, hay una manera. Debemos tomar ejemplo de Amma. Amma quiere que todos cambiemos para mejor, aunque no nos fuerza a hacer nada. Pero nos cambia. ¿Cómo? Básicamente, dando ejemplo. No nos pide que hagamos nada que Ella no haya hecho, incluso más intensamente. Va directa de limpiar los baños públicos a dar darshan. En cualquier actividad, Amma lo hace todo. Nunca nos pide que hagamos algo que Ella no hace. Esa es la manera que tiene Amma de cambiarnos. Ella hace las cosas a la perfección y, cuando nos fijamos en Ella, cambiamos.

Recuerdo la experiencia de un doctor del AIMS, la contó en un Matruvani hace unos años. Él era de Reino Unido y fue a trabajar al Hospital AIMS de Cochin. No era devoto en aquel momento, y si fue a AIMS era porque se trataba de un hospital muy avanzado tecnológicamente. No creía en la espiritualidad ni en gurus, pero el hospital era bueno, habían traído un montón de aparatos muy caros, que no estaban en la mayoría de los hospitales de India, y mucha gente se beneficiaba de los tratamientos. Estaba emocionado de ver un equipamiento tan caro, para tratar a tanta gente; le hacía muy feliz.

Una noche, al volver a Amritapuri, Amma hizo una parada en AIMS. El doctor estaba ahí y, cuando vio a Amma, pensó en enseñarle todo ese equipamiento tan caro y se imaginó que Amma también se emocionaría mucho. Le dijo: “Amma, ven, te voy a enseñar todo el equipamiento tan caro que han traído, que está haciendo tanto bien al mundo.” Amma simplemente miró al doctor, le sonrió con mucha compasión y le dijo: “Hijo, si tú eres feliz, yo soy feliz. Amma no necesita verlo.” Era una declaración muy sencilla, pero provocó un cambio drástico en el corazón del doctor. Entendió que Amma no está apegada a ninguna de esas cosas. Amma hace mucho bien al mundo, pero no considera nada como suyo. Esa única frase de Amma lo transformó y se volvió un ferviente devoto.

Sin duda, cuando una flor florece y pasamos a su lado, su fragancia nos influye. De la misma manera, estar en presencia de Amma, mirarla, leer sobre sus actividades, pensar en Ella, ese simple acto de enfocarnos en Amma y en todo lo que hace, nos influye y nos hace cambiar. Y cuando cambiamos, la gente se fija en nosotros y también cambia.

El objetivo de la vida es experimentar lo que se conoce como “Ishwara Shristhi”. Amma dice que todo es Ishwara Shristhi, pero nosotros no podemos disfrutarlo, a causa del Jiva shristhi, el individuo. Shristhi significa creación, creamos algo y lo superponemos. Pero en realidad somos perfectamente capaces de disfrutar de Ishwara shristhi, al menos de vez en cuando.

Imaginaos en la siguiente situación. Alguna vez en la vida os puede pasar. Imaginaos que habéis estado trabajando mucho y viene vuestro jefe y os dice: “Has estado trabajando muy duro, ¿por qué no te tomas unas vacaciones pagadas?” Y la empresa te paga un vuelo en primera clase, llegas a una isla maravillosa, preciosa, en medio de la naturaleza y disfrutas mucho. Disfrutamos tanto cuando vamos de vacaciones porque durante las vacaciones nos olvidamos totalmente del pasado; cualquier cosa que hagamos, no estamos pensando en el futuro, estamos totalmente abiertos al momento presente. Vemos a la madre naturaleza, vemos el océano… En casa, cuando vamos a la playa, también vemos el océano, pero no lo disfrutamos tanto. Durante las vacaciones la experiencia se magnifica y la disfrutamos de verdad. Y es porque en ese instante, cuando estamos experimentando el océano, escuchando los pájaros, no hay búsqueda ni resistencia en nosotros, no nos resistimos a la experiencia actual, sea la que sea, y no intentamos cambiarla. Pero, y nos ha pasado a todos, cuando vamos de vacaciones, al principio todo está bien, perfecto, pero al cabo de un tiempo la experiencia se vuelve aburrida, o nos gustaría hacer otra cosa, las vacaciones no están tan bien, empezamos a quejarnos del sitio que disfrutábamos tanto unos días antes. Esto ocurre porque somos muy trabajadores y, al igual que Ishwara, el Principio Divino, crea, nosotros, Jiva, también creamos. Empezamos nuestra Jiva Shristhi, nuestra creación individual. Empezamos a imponer gustos y aversiones a la experiencia actual y, por eso, incluso estando de vacaciones, al cabo de un tiempo, ya no disfrutamos. El humor de vacaciones desaparece a causa de los gustos y aversiones sutiles que empiezan a manifestarse.

Ahora me voy a quedar callado unos segundos, a ver qué pasa. El micrófono no se ha estropeado y no me he olvidado del siguiente punto de la charla, sólo voy a estar callado unos segundos y observaré qué hacéis. Algunos hacéis como que sonreís, vale…a ver qué pasa si estamos callados más rato… ¿Qué ocurre? De un momento a otro empiezan a manifestarse los gustos y aversiones, no podemos evitarlo ¿Por qué no podemos estar sentados, callados y disfrutar de Ishwara shristhi, la creación divina de Dios, cada momento? ¿Por qué a cada rato se manifiestan los gustos y aversiones? Voy a intentar explicarlo.

Había una vez un gobernante en un país que era una isla, sin mucho contacto con el resto del mundo. De repente descubrieron un montón de petróleo y el país se volvió muy rico. El gobernante, el rey de la isla, se convirtió en un hombre extremadamente rico. La compañía de petróleo lo llevó de viaje, por ejemplo, a Europa, y allí vio muchas cosas nuevas por primera vez. Lo llevaron a muchos sitios. En uno de los sitios le dio pena ver a un montón de gente, veinte personas, corriendo, persiguiéndose y luchando unos con otros para conseguir un pequeño objeto redondo. Le dijo a su secretario: “Fíjate qué pena, me siento mal por ellos. Ve a la tienda, entérate de que es ese objeto y compra para todos. El secretario fue inmediatamente. Compró veinte de aquellos objetos. Fue al sitio donde la gente estaba luchando, corriendo alrededor del objeto, les paró y les dijo: “Aquí tenéis, uno para cada uno.” El rey estaba mirando. Esperaba que todos se pusieran muy contentos. Pero todos dijeron a la vez: “No, no los queremos, ¡estáis acabando con la diversión!” El rey no entendía nada, el secretario tampoco, hasta que alguien les explicó: “Mirad, lo que están haciendo es jugar a futbol. Sólo hay una pelota, son las reglas del juego. Todos tienen que correr detrás de la pelota.” Y les explicó el juego. Los jugadores decían: “No es divertido si nos das un balón a cada uno, disfrutamos del juego si jugamos de acuerdo con las reglas.”

De la misma forma, hay algunas reglas en el juego de la vida. Está muy bellamente explicado en uno de los mantras del Katha Upanishad, un mantra precioso. Dice:

parāñci khāni vyatṛṇat svayambhū-
stasmātparāṅpaśyati nāntarātman |
kaściddhīraḥ pratyagātmānamaikṣa-
dāvṛttacakṣuramṛtatvamicchan ||

Katha Upanishad 4,1

¿Qué significa?

parāñci khāni vyatṛṇat svayambhū

El poder divino nos ha creado, como individuos, con la mente y los órganos de los sentidos vueltos hacia el exterior. Por eso se manifiestan los gustos y aversiones, porque la mente y los órganos de los sentidos siempre corren hacia los objetos.

stasmātparāṅpaśyati

Esa es la causa de que la mente y los sentidos siempre miren a las cosas externas.

kaściddhīraḥ

Algunas personas con mucho discernimiento no están satisfechas con los pequeños placeres, con los placeres momentáneos que conseguimos. ¿Qué es lo que quieren?

amṛtatvamicchan

Quieren la paz inmortal, la dicha inmortal y ¿qué es lo que hacen?

dāvṛttacakṣuh

Literalmente significa volver el ojo hacia el interior; y ¿qué hacen cuando vuelven el ojo hacia el interior?

pratyagātmānamaikṣa

Tienen la visión o ven el Paramatman y la divinidad.

Nuestras mentes y los órganos de los sentidos están diseñados para mirar hacia fuera, pero si miramos hacia fuera, hacia el mundo, sólo experimentaremos una felicidad temporal. Si queremos experimentar la felicidad verdadera, tenemos que volver la mirada hacia el interior (dāvṛttacakṣuh)

Para volver la mirada hacia el interior, podemos ir al Hospital AIMS, al departamento de oftalmología, y decirle al cirujano ocular: “Necesito que me opere.” “¿De qué quieres que te opere?” nos dirá. “Por favor, vuélvame los ojos hacia el interior” contestaremos. Y el cirujano alucinará y nos preguntará para qué queremos una cosa así. “He oído en un Satsang que tenemos que volver la mirada hacia el interior…” le diremos.

Pero eso no es lo que significa kaściddhīraḥ. Lo que significa es que algunas personas con discernimiento entienden que la fuente de la dicha y la felicidad está en el interior y no en el exterior. Cualquier cosa que experimentamos en el mundo es sólo un reflejo de la dicha interna. La dicha de nuestro interior es Ishwara. Cada vez que experimentamos dicha pura, es la presencia de Ishwara.

Para resumirlo en lenguaje moderno: una persona nunca puede estar en paz, porque una persona es una manifestación de los gustos y aversiones, el ego, ahamkāra. Una persona no puede estar nunca en paz, pero la paz puede manifestarse como una persona. Toda la infelicidad que sentimos y experimentamos ahora mismo, es sólo la manifestación de los gustos y aversiones, que son temporales. Pero nuestra verdadera naturaleza es el Paramatman, la paz.

Para estar permanentemente en el humor de vacaciones, para experimentar siempre esta dicha, podemos contemplar el ejemplo del sándalo, que usé en mi último Satsang virtual. El sándalo es un material cuya naturaleza es inherentemente fragante. Pero cuando se expone a la humedad, se recubre de una capa espesa que emite un olor fétido. En cuanto retiramos la capa espesa surge la naturaleza inherente de la fragancia del sándalo. Pasa lo mismo siempre que dejamos de hacer Jiva shristhi, es decir, crear o cada vez que dejamos de manifestar los gustos y aversiones.  Los gustos y aversiones aparecen de forma espontánea, pero la regla del juego es no dejarles continuar. El hecho de tener un pensamiento, un gusto o una aversión, se denomina cintā. En la Bhagavad Gita se dice que cintā no es el problema, que el problema es anucintānam. Aparece un pensamiento y lo seguimos, continuamos con este gusto o aversión, y entonces nos provoca dolor. Así que cuando dejamos de hacer Jiva shristhi, podemos sentir Ishwara shristhi tal como es.

En el mantra se dice que los ojos, los ojos físicos, deben volverse hacia el interior, pero lo que significa en realidad es que el “yo” debe volverse hacia el interior. Cuando nos volvamos en profundidad hacia el interior, descubriremos que este “yo” es lo mismo que “tú”.

“Tú” significa el Paramātman, la divinidad suprema. El Paramātman, nuestra verdadera naturaleza, debe ser el centro de todo nuestro día.

Ahora mismo todo nuestro día se centra en el “Yo” y queremos que todo el día sea como vacaciones. (Holiday en inglés). Al deletrear la palabra holiday: hol-i-day, en el centro del holiday está “I” (el “yo”en inglés). Si esta i la reemplazamos por el “you” (“tú” en inglés) y la primera letra de You es Y, Holiday se transforma en holy day (holiday es vacaciones; holy significa sagrado, holy day es día sagrado).

No nos olvidemos de que estamos aquí. Es un viaje gratis, es Ishwara shristhi, no hemos hecho nada para merecerlo. No hemos contribuido en nada. Todo lo que experimentamos es Ishwara shristhi, la creación de Ishwara. Para hacer de este viaje unas vacaciones, cada día tiene que convertirse en un holy day (un día sagrado). Y lo lograremos haciendo que todo nuestro día se centre en el You (tú), la divinidad, el Paramatman, en lugar de en el I (yo), el yo limitado.

El camino para trasformar cada día en un día sagrado y estar permanentemente en el humor de vacaciones es un camino regio, que se conoce como Bhakti. Este es el tema de la charla de hoy y de la continuación, de una serie de charlas. Exploraremos lo que se conoce como Bhakti.

“Y ahora, por lo tanto, debemos exponer sobre la Bhakti”. Esta cita es el primer sutra de un texto muy poderosos llamado “Nārada Bhakti Sutra”.

athāto bhakti vyākhyāsyāma

“Y ahora, por lo tanto, debemos exponer la naturaleza de la Bhakti.”

Es muy sencillo. No tenemos que aprenderlo de memoria ni nada parecido.

Sutra en sánscrito significa, básicamente, una frase muy corta en la que se condensa mucha información, para que sea muy fácil de memorizar. Se traduce a menudo como aforismo. Es como cuando quieres enviar un archivo a alguien por internet o quieres hacer una copia en un dispositivo de memoria, y es demasiado grande, lo tienes que comprimir. Así que utilizas algún software que comprime el archivo grande en un archivo más pequeño. La persona que lo recibe no puede usar el archivo tal cual, porque está comprimido. Tiene que descomprimirlo. El sutra es lo mismo, mucha información comprimida en una única frase corta.

Bhakti significa devoción. Nārada era un gran santo, un gran devoto del Señor. Nārada tiene también otro significado, aparte del nombre del gran santo, del gran devoto. Se puede describir como “Naram paramātma vishyakam gyānam dadati iti nardah”: el que nos da el conocimiento de cómo obtener Bhakti.

Así que este Narada Bhakti Sutra, el primer sutra, es una frase muy corta, que dice básicamente: “Ahora discutiremos el tema de la Bhakti”. La primera palabra es ahora. En la tradición sánscrita, siempre que hay un texto que explica cualquier tema, hay cuatro cosas que se dejan claras al inicio:

  • La primera es lo que se conoce como el alumno cualificado, que en sánscrito se denomina Adhikārī, el que está preparado para recibir ese conocimiento. En este sutra se indica mediante la palabra Ahora
  • La segunda es Sambandha, que significa la relación entre el que va a recibir el conocimiento y el tema que va a ser explicado.
  • La tercera, por supuesto, es el tema, que se va a describir más adelante en los sutras dos y tres, que veremos en la charla posterior.
  • La cuarta se conoce como prayojanam o el beneficio o propósito del estudio, que se mencionará en los sutras cuatro, cinco, seis.

En las próximas charlas exploraremos los otros sutras. Hoy nos enfocaremos en el primer sutra. La primera palabra del sutra es ahora. “Ahora” (adhikāri), significa este estudiante cualificado, el que está preparado para recibir este conocimiento de la Bhakti. Podemos preguntarnos si estamos cualificados. E indudablemente, sí, lo estamos. Porque somos los hijos de Amma y a través de las enseñanzas de Amma, todos nosotros hemos estado practicando uno de los tres pasos de la bhakti o devoción, de los que voy a hablar ahora. Si hemos empezado a practicar alguno de estos pasos, iremos de forma lenta pero segura hacia los otros dos. Cualquier persona que practique uno de estos pasos se vuelve cualificada, una adhikāri, a punto para el conocimiento.

Estos tres pasos son tan importantes que en el instante en que empezamos a practicar cualquiera de ellos, obtenemos inmediatamente el beneficio, obtenemos paz inmediata. Amma dice que es como el árbol de yaca en India (jackfruit). Con los otros árboles, si quieres fruta tienes que subirte a lo alto del árbol. Pero en el árbol de yaca, el fruto sale incluso de la base del árbol. O sea que es muy accesible. Cuando seguimos uno de los tres aspectos de la bhakti, la primera e inmediata experiencia es la de la paz. Pero lo más importante es que realicemos cualquiera de los pasos con lo que se conoce como bhāvana. Bhāvana significa visualización de sentimientos y despertar un estado mental de intenso amor y concentración. Hacemos manifiesto aquello que no podemos experimentar, pero lo hacemos mediante esa visualización de sentimientos. Amma pone mucho énfasis en bhāvana. En la práctica espiritual, bhāvana significa que la práctica no debe ser mecánica, tiene que provenir del amor. Cuando un agricultor prepara la tierra y planta las semillas, está realizando bhāvana. Cuando empecemos a realizar estas prácticas de bhakti, de nuestro interior surgirán, despacio, el amor verdadero, la devoción verdadera.

La devoción implica tres pasos.

El primer paso se conoce como prasāda buddhi, la actitud de que todo es prasād. Todos los que hemos estado con Amma sabemos lo que es el prasād. Prasād es una comida bendecida. Cuando Amma nos da algo de comer, como los martes en Amritapuri, es prasād. Cuando vamos a un templo después de la puja, la comida consagrada que nos dan es prasād. Cuando nos dan prasād, nunca nos fijamos en la cantidad o en la calidad. Tomamos lo que nos dan con total agradecimiento y lo aceptamos. Pensar siempre en el prasād se llama prasāda buddhi. Buddhi significa “intelecto” o “pensar en”.

Hay que tener cuidado con el significado de prasāda buddhi. Una vez estaba dando un satsang y al final de la charla había mucha gente frente a mí, niños y adultos. Los adultos estaban muy interesados en la charla, y los niños, al ser niños, no podían seguir bien todo el contenido, entendían los chistes, se reían. Pero había una niña pequeña, sentada enfrente de mí, mirándome muy intensamente mientras yo hablaba. Y yo pensaba: “Esta niña lo está entendiendo todo”. Después de la charla comimos el almuerzo de prasād y, mientras comíamos, la niña vino hacia mí y me dijo: “Swamiji, ¿Por qué tus satsangs son tan largos? Después del satsang siempre tomamos el almuerzo de prasād  y ¡tenía tanta hambre! Sólo pensaba en el prasād ¿Cuándo me darán el prasād? ¿Cuándo me lo darán? De hecho, me sentía un poco culpable de pensar sólo en el prasād, y entonces mencionaste que tenemos que pensar siempre en el prasād ¿Es eso lo que querías decir?” Eso, por supuesto, no es lo que quería decir, no es eso lo que significa prasāda buddhi, la actitud de que todo es prasād.

El primer paso es la base, porque si lo entendemos y empezamos a practicarlo en nuestro día a día, puede transformar nuestras vidas. Para entenderlo, tenemos que comprender el concepto que se conoce como karma phala, o fruto de las acciones. En la tradición hay tres tipos de karma phala o frutos de las acciones. Se describen de la siguiente manera:

Sanchita karma phala

El primer tipo se conoce como sanchita karma phala, que significa la recogida de los frutos de nuestras acciones de todas nuestras vidas pasadas. En la tradición, creemos que este no es nuestro único nacimiento humano. Hemos tenido muchos nacimientos humanos y tendremos muchos en el futuro. Como seres humanos, todas las buenas acciones que hacemos generan lo que se conoce como punya, mérito, y todas las malas acciones que hacemos generan lo que se conoce como pāpa, demérito, pecado. No podemos experimentar todos los punya (méritos) y pāpa (deméritos) en el transcurso de una sola vida, así que lo que no experimentamos en una vida queda guardado, y esa gran montaña de punya y pāpa, méritos y deméritos, se conoce como sanchita karma phala.

Prarabdha karma phala

Ishwara, el Principio Divino, selecciona un puñado de la montaña de sanchita karma phala y dice: “En el siguiente nacimiento experimentarás esto.” Empieza a funcionar en el momento en que entramos en el cuerpo actual. El puñado de la montaña que se nos da se conoce como prarabdha karma phala. Ishwara, el Principio Divino nos da este prarabdha karma phala, por eso recibe el nombre de karma phala data, que significa el que nos da los frutos de nuestras acciones. El valor de este prarabdha karma phala es el de nuestras propias acciones, puede ser bueno o malo, y nos lo da Ishwara. Entender este principio tiene la capacidad de cambiar nuestras vidas. Porque entonces entendemos que cualquier cosa a la que nos enfrentamos en la vida nos llega a causa de nuestras propias acciones en el pasado. Puede ser algo bueno, o puede ser algo malo. Pero lo que ocurre es que cuando nos encontramos con una situación en la que pasa algo malo, normalmente acabamos odiando a la persona a través de la cual se manifiesta la cosa negativa. O bien pasa algo bueno y nos apegamos a la persona a través de la cual se manifiesta lo bueno. El apego o el odio hacia la persona a través de la cual se manifiestan los frutos de nuestro prarabdha karma crean nuestros problemas y actuamos de nuevo según nuestros gustos y aversiones.

Āgāmi karma phala

Cuando actuamos según nuestros gustos y aversiones creamos el tercer tipo de karma phala, llamado āgāmi. Significa que creamos más karma phala, que tendremos que experimentar en el futuro.

Ante cualquier experiencia con cualquier persona, tenemos que imaginar que esa persona que tenemos ahora enfrente es como una cuchara. Imaginaos que tenéis delante un plato delicioso, agarráis una cuchara y coméis, y os gusta mucho, pero no os quedáis apegados a la cuchara porque la cuchara sólo vehicula el plato delicioso. Imaginaos ahora algo con un sabor horrible, por ejemplo, una medicina ayurvédica llamada kashayam, que es muy amarga, no le suele gustar a nadie. Usamos la misma cuchara para tomarnos eso tan amargo, pero no culpamos a la cuchara, la cuchara sólo nos lo proporciona.

Si cada vez que atravesamos una situación en la que alguien nos hace algo malo comprendemos que lo que está pasando es una manifestación del resultado de nuestras acciones, no odiaremos a esa persona; haremos lo que sea necesario en ese momento sin odiar a esa persona. Esto es muy, muy importante. Porque cuando vamos por la vida con esta actitud, en cada momento, entendemos que lo que sea que estoy experimentando en este instante, sentado hablándoos, es mi prarabdha. Y para vosotros, por desgracia, el tener que escucharme es vuestro prarabdha también. Si es bueno o malo lo tenéis que decidir vosotros, pero el beneficio de entender esto es que cuando pasa algo bueno no nos apegamos a la persona y cuando tenemos una mala experiencia hacemos lo que sea necesario sin odiarla, y conservamos nuestra energía mental de manera que podemos abordar la situación actual de manera eficiente.

La mayor parte de nuestra energía se desperdicia con la ira y las emociones negativas. Esto cesará. Amma dice que, si necesitamos algo, si deseamos algo, y nos esforzamos para obtenerlo y lo obtenemos, perfecto. Pero si no lo conseguimos, también es perfecto, porque es el prasād de Ishwara. Por eso lo que debemos hacer cuando tenemos el deseo, pero no obtenemos la cosa que deseamos, cuando obtenemos un resultado negativo, es pensar que es prasād. Normalmente nos culpamos a nosotros mismos o a los demás. En cambio, con esta actitud, lo que pensamos es que Ishwara, Amma, no nos lo quiere dar en este momento concreto. Si aún tenemos el deseo, nos esforzamos de nuevo, y la próxima vez, cuando llegue el resultado, si lo obtenemos será porque Ishwara quiere que lo obtengamos esta vez y si no tendremos que volverlo a intentar. Debemos seguir intentándolo hasta que lo consigamos o bien hasta que el deseo se extinga. Este es el primer paso, prasāda buddhi. Todas y cada una de las experiencias de nuestra vida vienen de Ishwara porque Ishwara es el karma phala data, el que nos da los frutos de nuestras acciones, así que cuando aparece nuestro prasād lo tomamos con sentimiento de reverencia.

El primer paso se llama prasāda buddhi. Con él empezamos a trabajar la actitud de aceptarlo todo como prasād, pero todavía tenemos deseos. A medida que avanzamos en este camino, estamos más y más agradecidos a Ishwara, Amma, el Principio Divino, que nos cuida tanto. Entonces, nuestra actitud empieza a cambiar. Continuamos realizando acciones, trabajando, pero ya no las hacemos en nuestro beneficio sino en beneficio de Ishwara, en beneficio de Dios. Incluso las cosas más sencillas. Amma cuenta la historia de una persona que salió a dar un paseo. Vio a tres personas trabajando: una estaba enfadada, la otra estaba triste y la tercera estaba sonriendo y bailando. Eran canteros y estaban cincelando piedra, con un martillo y un cincel. Los tres estaban haciendo el mismo trabajo. El hombre se acercó al cantero que estaba enfadado y le preguntó: “¿Qué estás haciendo?” El hombre enfadado contestó: “¿No lo ves? Estoy golpeando un cincel con un martillo.” Preguntó al segundo: “¿Qué estás haciendo?” “Me estoy ganando la vida, si no gano dinero no puedo cuidar de mi familia”, contestó, triste. El tercero hacía lo mismo, pero estaba bailando y riendo, bailaba al hacer su trabajo. Le preguntó: “¿Qué estás haciendo?” El tercero contestó: “¡Estoy construyendo un templo para Krishna!” Las tres personas estaban haciendo exactamente la misma cosa, les pagaban lo mismo a los tres, pero su actitud creaba una diferencia absoluta: El primero estaba enfadado, el segundo, triste y el tercero, dichoso. Porque el tercero lo hacía para Ishwara, para Dios. Todas y cada una de las acciones que realizamos podemos hacerlas con esa actitud.

En los primeros niveles del camino espiritual nos parece que algunas acciones son materialistas y otras acciones son espirituales. Más adelante, a la que nos adentramos en las enseñanzas de Amma y estamos más en contacto con Ella, vamos entendiendo poco a poco que Amma intenta enseñarnos que, en lugar de dividir las acciones en espirituales y materiales, lo que tenemos que hacer es espiritualizar cada una de las acciones. Por ejemplo, una acción como criar a un niño pobre, puede ser espiritual, con la actitud correcta. Cuando decimos “este es mi niño” nos sentimos como si nosotros hubiésemos creado al niño, pero si fuera de verdad nuestro hijo, en el momento de nacer, la primera vez que cogiéramos al niño, conoceríamos su naturaleza, sabríamos si iba a ser el próximo Albert Einstein, o el próximo Pablo Picasso. Pero no sabemos cómo es su alma. A medida que el niño crece, se manifiestan sus cualidades y llegamos a ver si el niño tiene tal o cual talento. Pero si el niño fuera realmente nuestro, no podríamos no saberlo. No lo sabemos, así que es un regalo de Ishwara. Por lo tanto, expresamos nuestra devoción a Ishwara criando al niño como si fuera el hijo de Dios. “Este niño es tu regalo. Te mostramos nuestra devoción cuidando al niño como si fuera el hijo de Ishwara.” Esta actitud crea una gran diferencia.

Amma nos cuenta un incidente que ocurrió después del terremoto de Gujarat, hace muchos años. Tres áreas enteras fueron arrasadas. El ashram de Amma acudió a la zona y reconstruyó tres pueblos enteros. Cuando finalmente Amma llegó a la zona, todos los habitantes del pueblo fueron al darshan, y Amma habló con todos ellos. Amma estaba muy contenta al hablarles. Les preguntaba a todos y cada uno, porque muchos habían perdido al marido, o a la esposa, o a los niños, o a una hija… Mucha gente había perdido a toda su familia. Entonces Amma dijo: “Aunque no tienen educación, aunque no han estudiado los textos espirituales, tienen la actitud de aceptación. Cuando Amma les preguntó: “¿Estáis tristes?”, ellos contestaron “No, porque el padre que tenía, la madre o el marido que tenía, eran un regalo de Ishwara para mí. Cuando llegó el momento, Ishwara se los llevó” Esa actitud de aceptación les dio paz inmediata.”

Recordemos los pasos. Primero: la actitud de prasāda buddhi. Todo lo que nos ocurre en la vida es el resultado de nuestras acciones seleccionado por Ishwara para nuestro beneficio espiritual. Eso nos da paz. La segunda actitud es: seguimos enamorándonos, elevándonos en el amor por la Divinidad y cada acción que realizamos es para beneficio de la Divinidad. El tercer paso es uno del que todos nosotros, hijos de Amma, hemos tenido vislumbres: en vez de sentir que “Yo estoy haciendo el trabajo”, sentimos y comprendemos que “Dios está trabajando a través de mi”.

Voy a concluir la charla compartiendo una experiencia que para mí ilustra este último paso, el de ser un instrumento en manos de Dios. Pasó hace más de 25 años. Uno de los primeros sevas que Amma me dio fue enseñar temas relacionados con ordenadores en el Instituto de Computación. Me dieron una asignatura de la que no tenía educación formal pero sí experiencia laboral. De vez en cuando me asignaban temas de los que no tenía conocimiento teórico, así que tenía que prepararme durante 4 o 5 horas para dar una clase de una hora. Un día me quedé en el centro de computación que está a 6 km del ashram, para poder preparar la clase del día siguiente durante la noche. Pero apareció un trabajo inesperado y me vi obligado a hacerlo, porque era la única persona disponible capacitada. Así que lo hice y, cuando terminé, era tan tarde y estaba tan cansado que no me veía capaz de estar 4 o 5 horas preparando la clase de la mañana siguiente. Pensé que lo mejor sería dormir unas horas, levantarme temprano y preparar la clase por la mañana. Pero estaba tan cansado que me desperté tarde, media hora antes del inicio de mi clase. No sabía que hacer, porque para mí era imposible enfrentarme a los estudiantes y decirles que no estaba preparado. Para mí era mi puja, mi servicio a Amma. Amma me había dado la tarea de enseñar a los estudiantes y para mí, el acudir al aula sin haberme preparado era abrumador. Miré el tema, leí el título y supe que de ese tema no tenía ni idea. Estaba muy triste. Lo quería hacer para Amma, pero no era capaz. Desde el fondo de mi corazón rogué a Amma: “No puedo enseñar esto. Tienes que hacerlo tú.” Y agarré el libro y me fui al aula, porque no tenía tiempo para nada más. Mientras iba hacia el aula pensaba que les podía hacer un examen sorpresa y así no tendría que dar la clase. Pero entonces pensé: “Al menos me sé el título del capítulo, voy a escribirlo en la pizarra”. Así que escribí el título del tema en la pizarra. Cuando terminé de escribir el título, que es todo lo que sabía del tema, me vino una idea sobre el capítulo a la cabeza, una idea muy clara. Sabía que era correcta, así que la escribí, y la expliqué. Antes de terminar y parar, vino el segundo punto, y después el tercero, y de repente era un torrente de ideas, y tenía que escribir muy rápido, porque me daba miedo que, si no lo escribía rápido, el conocimiento pasaría de largo a través de mí. Y no era mi conocimiento. Salía a través de mí. En ese momento comprendí que Amma había oído mi plegaria y estaba enseñando a través de mí. Yo era como una flauta, vacío, la música fluía a través de mí. Todavía recuerdo el nombre de la asignatura y del capítulo. La asignatura era, para los que sabéis de computación, “Diseño y análisis de sistemas” y el nombre concreto del tema era “Diagramas de flujo de datos”. No tenía ni idea de que iba, pero el conocimiento empezó a fluir a través de mí. En ese instante comprendí que Amma enseñaba a través de mí.

Un tiempo después, por la Gracia de Amma, tuve la oportunidad de estudiar la Bhagavad Gita y otras escrituras, y escuché muchas enseñanzas de Amma. Comprendí que eso era a lo que Amma se refería cuando hablaba de ser un instrumento en las manos de Dios. Por lo tanto, si practicamos los pasos de prasāda buddhi, aceptándolo todo como prasād, conseguimos paz. Entonces empezamos a desarrollar el amor por Dios, a hacerlo todo en beneficio de Dios. Y así desarrollamos más y más amor. Y al final, si continuamos así, entramos en el tercer estado.

Para mí fue un breve destello. Ahora entendemos que el propósito final de la vida es convertirnos en un instrumento en las manos de Dios. Dejemos que la música de la divinidad fluya a través de nosotros. Sólo será posible si nos volvemos huecos como la flauta y nuestros gustos y aversiones se mantienen aparte.

Con estas palabras, ofrezco todo lo que he dicho a los pies de loto de Amma. Si encontráis algo útil, es debido a la Gracia de Amma. Si encontráis algo erróneo o desagradable, perdonadme por favor, es a causa de mi ahamkāra, mis gustos y aversiones.

 
lōkāḥ samastāḥ sukhinō bhavantu 

lōkāḥ samastāḥ sukhinō bhavantu 

lōkāḥ samastāḥ sukhinō bhavantu 

 ōm̐ śāntiḥ śāntiḥ śāntiḥ

Om Sri Gurubhyo Namah

Hari Om

  

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Satsang y meditación en línea con Swami  Purnamritananda Puri - 13 de mayo 2020

Oraciones

Om Amriteshwaryai Namah

Mis humildes pranams a todos mis hermanos y hermanas divinas. Me siento muy bendecido por compartir algunos de mis pensamientos con todos vosotros. El mundo entero está pasando por un momento muy duro. Nunca en la vida habíamos pasado por la experiencia de una situación tan difícil. La gente de todo el mundo está sufriendo por el ataque del virus Corona. Un virus minúsculo e invisible ha conseguido paralizar todas las actividades de la vida moderna.

De hecho, Amma había mencionado el desastre que se avecinaba mucho tiempo atrás. Durante las giras mundiales e indias de Amma, en cada sede, Amma comenzaba su charla con un aviso, con una fuerte advertencia. Amma decía: “Hijos, la naturaleza está agitada a causa de los pensamientos y acciones egoístas de la gente. Amma solo ve oscuridad en todas partes. Si la gente continúa viviendo así, podría producirse una reacción inimaginable de la naturaleza. Tenemos que rezar más, tenemos que proteger la pureza de la naturaleza, plantar más árboles, proteger a las aves y a los animales. De lo contrario, la naturaleza tratará de reajustarse de una forma que podríamos sentir como un desastre natural”.  

Realmente Amma dice que la solución a este problema está en acercarse más y más a esta naturaleza. Necesitamos la ayuda divina para superar esta crisis.

Durante mis años de facultad, tenía el profundo sentimiento de que la tecnología bastaba para resolver los problemas humanos. La ayuda divina no era necesaria. En ese tiempo, solía frecuentar muchos lugares donde se hablaba de poderes sobrenaturales, espíritus malignos y casas poseídas. Frecuentaba a personas que aseguraban poseer poderes divinos. En cada uno de estos lugares se explotaba la fe humana en el nombre de Dios. Estuve en casas encantadas, en cementerios y descubrí que los espíritus malignos son mucho menos dañinos que los seres humanos. Esa búsqueda, me llevó a Amma.

Le hice muchas preguntas a Amma. Le pregunté si había un Dios.

Amma dijo: “Es una pregunta tonta. Esto es como si me preguntas si tienes lengua con tu propia lengua. ¿Qué más quieres preguntar?

Respondí: “Si hay un Dios, siento tanta ira que sería capaz de matarlo”.

Amma preguntó: “¿Por qué?”

Y dije: “En este mundo mucha gente padece pobreza y diversas enfermedades mientras algunos viven lujosamente. En esta creación, cada criatura es el alimento de otra criatura. Si hay un Dios que ha creado un mundo tan cruel, siento una ira capaz de matarlo”.

Amma dijo, “Me gustas, porque estás enfadado con Dios, no por egoísmo, sino por compasión hacia los que sufren. Dios habita en un corazón en el que hay amor y compasión”.

Y Amma añadió: “Dios no es alguien que castigue a todo el mundo. Él es el protector, ¿cómo podría castigarnos? Él es la encarnación del amor, la encarnación de la compasión. Nos castigamos a nosotros mismos por medio de nuestras palabras y acciones”.

Dijo Amma: “Si tiras piedras al cielo no esperes que te lluevan flores”.

Amma me recordó la ley de Newton. Por cada acción hay una reacción igual y opuesta que no solo es aplicable a grosso modo, sino también a nivel sutil. Incluso nuestros pensamientos tienen su propia reacción. ¿Sabes qué sucede cuando piensas? Cuando pensamos, la energía es absorbida del cuerpo y convertida en energía de pensamiento. Cuando pensamos en algo, estamos transmitiendo ondas de pensamiento. Viaja a la velocidad de la luz, golpea todos los objetos de este mundo, multiplica su poder un millón de veces y retorna a ti.

Si transmites un pensamiento positivo, puede retornar como una bendición. Si transmites un pensamiento negativo puede volver a ti como una maldición. Así que tu futuro puede cambiar si sabes cómo cambiar las calidades de tus pensamientos actuales. Dios no es responsable de eso.

Dijo Amma: “Si tiras una piedra al cielo tiene que bajar y puede caer sobre tu cabeza. La piedra no tiene la culpa, ni la Tierra, es una ley de la naturaleza. La naturaleza no tiene compasión, tiene leyes. Dios es la encarnación del amor y la compasión, pero la naturaleza solo tiene leyes”.

Tanto si un hombre culto, un analfabeto o un ministro, un mendigo o un niño se tiran por un balcón, el resultado es el mismo. Así que tenemos que respetar las leyes de la naturaleza para vivir una vida feliz. Esa ley se llama dharma. Si violas el dharma, la vida humana puede llenarse de sufrimiento. Dios no es responsable de nada de eso. Se te permite el placer de conducir, siempre que respetes las reglas de tráfico. Si dices: “Tengo más de dieciocho años, no estoy dispuesto a inclinarme ante ese sucio semáforo rojo”, tu vida puede acabar en medio de una carretera. Tenemos que inclinarnos ante una luz corriente para disfrutar de la conducción. Del mismo modo tenemos que respetar las leyes de la naturaleza, porque si no lo hacemos, la naturaleza reaccionará severamente.

Pregunté a Amma: “¿Eres Dios?

Amma dijo: “Estoy loca. Nadie me encarcela, por eso estoy aquí. No tienes que creer en mí o en un Dios en el cielo. Tienes que creer en ti. Todo está dentro de ti. Del mismo modo que un árbol grande y poderoso está contenido en una pequeña semilla, la divinidad está en todos los seres. Invoca esa divinidad por medio de buenas acciones, oraciones y meditación. Puedes alcanzar el estado de perfección suprema. Dios no es una persona, es una posición. Cualquiera puede alcanzar ese estado de perfección suprema. Igual que el presidente de un país no es una persona ni el primer ministro de un país no es una persona. Cualquiera puede llegar a ser presidente o primer ministro del país mediante los votos de la gente. Del mismo modo, para alcanzar el estado de perfección suprema, es necesaria la bendición de todos y cada uno de los objetos de este mundo. Tenemos que estar dispuestos a inclinarnos en todo lugar”.

Después de ver todas las cualidades de Dios en Amma, puse fin a mi búsqueda de Dios. Y tuve la sensación de que todos los científicos tendrían que estar en contra de Dios. Una vez terminados mis estudios, me uní al Instituto de Investigación Raman en Bangalore. Una de las científicas más eminentes que era cristiana y mi jefa, me dio un precioso consejo: “Vas a investigar la radiación solar, así que por favor recita el mantra Gayatri durante unos minutos antes de empezar tu trabajo de investigación, porque es imposible tener éxito en ese trabajo sin intuición. Para triunfar en la vida, es muy necesario el conocimiento intuitivo”.

Todos vosotros debéis conocer el mantra Gayatri.

Om Bhur Bhuvaḥ Swaḥ
Tat-savitur Vareñyaṃ
Bhargo Devasya Dheemahi
Dhiyo Yonaḥ Prachodayāt.

Cuando el rishi vio el sol naciente, no pensó en él como en una bola de fuego, sino que lo sintió como la divinidad, irradiando desde ese sol. Y rezó, “Oh Dios Sol, que iluminas todos los objetos de la creación, que transmites luz y energía a todos los seres de este mundo y de otros mundos, por favor ilumina también mi inteligencia”.

Ciertamente, era una oración a la naturaleza para pedir el conocimiento intuitivo. En su oración, dijo: “Oh Dios Sol, que transmites luz y energía a todos los seres de este mundo y también de otros mundos”. Eso significa, que él no rezaba solamente al sol externo. Cuando vio el sol naciente pensó en los millones de soles que brillan en el cielo porque todas las estrellas también son soles. Y pensó en el sol que ilumina todos los soles externos. Eso es âtma surya. Estaba rezando al âtma surya que brilla en el interior. Así que rezó al âtma surya: “Te pido que ilumines también mi inteligencia”.

Verdaderamente era una oración por el conocimiento intuitivo. El conocimiento intuitivo es muy necesario para triunfar en la vida, tanto en lo personal como en lo profesional y en lo espiritual. Necesitamos este conocimiento intuitivo en todas partes. Basta adoptar una decisión equivocada para destruir todos los logros de nuestra vida. Una decisión equivocada es suficiente para destruir toda nuestra vida. La toma de decisiones es muy importante. Así que tenemos que hallar la respuesta correcta en nuestro interior. Cuando tenemos que adoptar una decisión instantánea, el conocimiento intelectual no puede ayudarnos. La respuesta correcta debe llegar del interior y para que eso suceda tenemos que activar nuestro conocimiento intuitivo. ¿Cómo podemos activarlo? Por medio de nuestra pureza. Y para conseguir esa pureza tenemos que rezar e introducirnos en la práctica espiritual. Tenemos que conectarnos con esta inteligencia cósmica.

Amma solo estudió hasta el cuarto grado, pero tiene un doctorado de la Universidad del Estado de Nueva York. Yo estuve presente en esa ceremonia, así como académicos de todo el mundo. Después de la ceremonia, algunos de ellos se acercaron a Amma y le hicieron varias preguntas a las que dio preciosas respuestas. Y ellos sintieron curiosidad: “Amma, ¿cómo es posible que respondas a todas esas difíciles preguntas sin pensarlo?”

Y Amma dijo: “Es posible porque no sé nada”. A continuación, Amma hizo una hermosa declaración: “Si puedes vaciarte, puedes gozar de la belleza de la plenitud”.

Tratamos de alcanzar la pureza del vacío mediante la espiritualidad. El conocimiento de Amma no procede del intelecto sino de la intuición. Recuerdo que, durante su primera visita a Bombay, un grupo de científicos del Centro de Investigación Atómica Bhabha vino a verla. Durante dos horas y media hicieron muchas preguntas a Amma. Ella respondió a todas sus preguntas y al final Amma les hizo una pregunta que dejó sin palabras a todos los científicos: “¿Qué es más expansivo que el espacio exterior?” Los científicos no supieron cómo responder a esa pregunta.

Entonces Amma dio la respuesta: “El mundo interior. ¿Qué habéis hecho para explorar los misterios del mundo interior? La fuente de la felicidad está ahí. Tratad de encontrar esa fuente de felicidad”.

Recuerdo una de las últimas palabras del más grande de los científicos. “He pasado toda mi vida para aprender más y más acerca del mundo exterior, pero soy un ignorante total acerca de mi mundo interior. Ahora estoy muriendo como un animal, sin tener control alguno sobre mi cuerpo”. Fueron las últimas palabras de un súper científico.

Dijo Amma: “Tenemos que encontrar la fuente del conocimiento desde el interior. Para eso necesitamos recitar mantras, realizar acciones desinteresadas y practicar la meditación. Solo así podremos disfrutar de nuestra vida. Nuestra pureza es muy importante y nuestra inocencia es mucho más poderosa que nuestra inteligencia. La educación moderna no basta para alcanzar esa inocencia”.

Vemos a personas que se acercan a Amma y lloran sin razón aparente. Cuando lloran, si les preguntas ¿por qué estáis llorando? responderán que no lo saben. Solo los niños pueden llorar sin una razón. Cuando nos acercamos a Amma, nos volvemos como niños. Amma activa la inocencia interior. Así, esa inocencia es mucho más poderosa que nuestra inteligencia.

Amma dice que “para tener éxito en la vida, así como para alcanzar el estado de perfección suprema, tenemos que ser un instrumento en las manos de Dios”.

Recuerdo un incidente que sucedió durante una de las giras mundiales de Amma. Uno de los hijos espirituales de Amma, Viveka de Japón, que aún no era residente del ashram, se unió a la gira norteamericana de Amma. Después del programa de Boston debía regresar a Japón. Quería decirle algo a Amma. Durante el Devi Bhava, se me acercó y me pidió que le tradujera su pregunta para Amma. Realmente no era una pregunta, sino una petición. Le quería decir: “Amma por favor, haz de mí tu instrumento”.

El quería que le escribiera esa frase en malayalam, para poder decírsela directamente a Amma. Traté de enseñársela. Él podía repetirla fácilmente y así lo hizo varias veces. “Oh, ya la sé bien, puedo decírsela a Amma”. Volvió a la fila. Un minuto más tarde volvió y me dijo: “La he olvidado, por favor, enséñamela otra vez”. Volví a enseñársela, pero finalmente me dijo: “Para mayor seguridad, voy a escribirla en la palma de mi mano”. Con un bolígrafo la escribió con caracteres japoneses en la palma de su mano, y volvió a la fila.

Quise ver lo que sucedía cerca de Amma, así que me situé detrás de ella. Amma no me vio. Y cuando él llegó cerca de Amma, se quedó en blanco, no podía preguntar, no podía hablar. Miró a Amma y después, de pronto, pensó en lo escrito en su palma. Intentó leer lo que había escrito, pero no podía verlo claramente, porque alguien ya le había quitado sus gafas. Sus ojos se llenaron de lágrimas. Amma se volvió hacia donde yo estaba de pie. Ella miraba al profesor. Entonces, Amma dijo: “Bueno, él solo se ha convertido en un auténtico instrumento. Un instrumento no habla. Un instrumento permite que el músico lo toque. Deberíamos ser cómo un instrumento en presencia de Dios y así produciría música divina”.  

Por tanto, Amma nos da esa fuerza que permite que ella actúe a través de nosotros por medio de su divino amor. Se necesita un cierto caudal de pureza para sentir esa entrega total y no es fácil lograr esa entrega. Necesitamos esa fuerte conexión con el maestro para convertirnos en un verdadero instrumento. Al igual que la piedra, que permite al escultor eliminar la parte no deseada para que aparezca la hermosa forma de la deidad. Después, la piedra será instalada en el santuario de un templo. La piedra ha adquirido la fuerza para salvar millones de vidas y hacer felices a millones de personas.    

Amma dice que “el propósito de nuestra vida es alcanzar el estado de perfección suprema y convertirnos en la encarnación de la felicidad”.

Recuerdo que durante una gira mundial de Amma, un joven le hizo una pregunta: “Amma te conozco desde el comienzo de mi vida. Cada año cuando vienes a California vengo a verte y obtengo tus bendiciones. Ahora acabo de completar mis estudios, tengo un buen trabajo, ¿crees que debería casarme?”

Amma respondió: “Hijo, si no deseas la felicidad, cásate”.

Yo estaba traduciendo, pero él no lo entendió y me miró. Amma entonces explicó: “Si quieres dar felicidad, cásate; pero si esperas felicidad, puede ser que te sientas decepcionado. Quien ha esperado felicidad, hasta el momento nunca la ha encontrado. Pero si tú te conviertes en un dador de felicidad, ciertamente la encontrarás, porque esa es la ley de la naturaleza. En lugar de buscar la felicidad, trata de convertirte en un dador de felicidad”.

Con eso Amma le estaba enseñando las bases y la esencia de la espiritualidad. Al convertirte en un dador de felicidad, todo el mundo empezará a amarte. Amma es el ejemplo. Si buscas la felicidad es imposible encontrarla. Conviértete en un dador de felicidad. Amma ha demostrado esta verdad a través de su vida. Ella es la dadora de felicidad, no necesita nada de nadie.

Amma dice que “para obtener felicidad necesitamos seguir ciertas normas”. Para vivir una vida dichosa, tenemos que seguir ciertas leyes de la naturaleza. Para alcanzar el estado de perfección suprema, debemos seguir ciertas normas. Esa norma es el Dharma. Debemos seguir cinco dharmas, llamados Pancha maha yajna.  

La primera obligación es hacia los Devas.

Necesitamos las bendiciones de Dios para que nuestras acciones tengan éxito y también las necesitamos para alcanzar el grado de perfección suprema. Cada día debemos hacer oración. Antes de usar un dispositivo electrónico tenemos que cargar la batería. Igualmente, antes de dar comienzo a nuestras actividades diarias, debemos hacer nuestras oraciones, tenemos que cargarnos de energía divina. Para ser perfectos en nuestras actividades y obtener la gracia divina, tenemos que rezar al menos dos veces al día. La mañana es buena para hacer oración, porque la atmósfera es muy pura, lo que facilita la concentración. Podéis absorber el máximo de energía divina en menos tiempo que a cualquier otra hora del día. La hora del crepúsculo, también es buena para la oración, porque esa hora está llena de energía negativa y si no rezamos durante esa hora, las vibraciones negativas pueden afectarnos. Esa es nuestra obligación hacia Dios.

El segundo dharma es a los rishis.

Los rishis han revelado todos los secretos para superar todas las dificultades de la vida y para alcanzar el estado de perfección suprema mediante los Vedas. Por tanto, necesitamos aprender la esencia de los Vedas y también enseñar los secretos de esta creación a nuestros hijos y a los otros, enseñarles a cómo vivir en este mundo y a cómo tener vida dichosa. Este es nuestro deber hacia los rishis.

Y también tenemos ciertos deberes hacia nuestros antepasados.

Todo lo que disfrutamos en esta vida lo debemos a los esfuerzos de nuestros antepasados. Debemos recordarlos, realizar rituales para ellos, así como cuidar de todos los que nos rodean y hacerlos felices. Se considera que hacer esto es un deber hacia los antepasados.

En este cuarto maha yajna tenemos deberes para con nuestros semejantes. Y también ciertos deberes para con nosotros mismos.

Tenemos que cuidar nuestro cuerpo, dice Amma. Mantener el cuerpo sano y puro, respetarlo, no insultarlo. Tenemos que respetar nuestro cuerpo, no tenemos derecho a destruirlo ni a insultarlo, porque necesitamos sus bendiciones para alcanzar a Dios. Necesitamos las bendiciones del cuerpo para tener éxito en la vida. No ignoréis al cuerpo, mantenedlo sano y puro. Para mantener el cuerpo sano, tomad alimentos fácilmente digeribles y bebed bebidas puras. Amma también insiste en la práctica de yoga o ejercicios para mantener el cuerpo sano.

También mantened la mente sana: la imaginación siempre positiva y recitad vuestro mantra. Recitad el mantra todo el tiempo porque purifica la calidad de vuestros pensamientos. Si tenéis un cuerpo puro y sano y una mente pura, tendréis fuerza suficiente para hacer buenas acciones y prácticas espirituales.

También debemos compartir nuestros bienes con nuestros semejantes. Quizá no podamos ayudar a todo el mundo, pero sí podemos dar palabras de consuelo y mostrar amor y compasión al prójimo. Tenemos que poder compartir nuestros bienes. Es nuestro deber para con nuestros seres cercanos. Eso es nara.

Por último, la Bhuta yajna.

Tenemos ciertos deberes para con todos los seres de este mundo. Debemos respetar las plantas, las aves y los animales. Para mantener la armonía de esta naturaleza, necesitamos las bendiciones de aves y animales. Con motivo del 50 aniversario de Amma, la celebración del programa tuvo lugar en el Estadio Internacional de Cochín. Hubo cinco días de celebraciones. Personas de todo el mundo se reunieron allí. Cada día hubo diversos tipos de programas culturales. Un día se celebraron programas culturales tradicionales de todos los países. Los indios rojos de Estados Unidos representaron sus danzas, vestidos con trajes de pájaros y animales. La televisión les hizo una pregunta: “¿Por qué representáis un programa de danza vestidos de pájaros y animales?” Y ellos respondieron que: “Según nuestra fe, cuando Dios creó este mundo pidió a los devas y devatas que se convirtieran en plantas, aves y animales, así que tenemos que respetarlos. Debemos protegerlos, porque ellos son nuestros protectores. Los devas y devatas se volvieron plantas, aves y animales para protegernos. Si los destruimos, estaremos destruyendo a nuestros protectores. Así que hemos hecho este programa para mostrar la importancia de las plantas, aves y animales. Porque proteger a las plantas, aves y animales es nuestro deber”. Amma también nos dice que plantemos más árboles y que protejamos a las aves y animales. Podemos ver el amor y compasión de Amma hacia todos los seres de este mundo.

Así que si seguimos estos cinco dharmas nos resultará fácil alcanzar la purificación y el estado de perfección suprema. Para superar todos los problemas de la vida y alcanzar ese estado de perfección suprema, necesitamos orar, practicar meditación y realizar acciones desinteresadas. La meditación es muy importante. De hecho, la meditación es un viaje a través de los territorios desconocidos de la vida. No es fácil enseñar a meditar, solamente sucede. Cualquier cosa que hagamos en nombre de la meditación, no es meditación, es una preparación para la meditación, del mismo modo que nadie puede enseñarnos a dormir. Podemos cerrar las puertas, abrir la cama, apagar las luces y tumbarnos en la cama, esperando a que llegue el sueño. Te deslizas hacia el estado de sueño, sin tu conocimiento. Igualmente, en la meditación hacemos ciertas preparaciones. Después, nos deslizaremos hacia el estado de meditación sin nuestro conocimiento. Amma dice que “la meditación es un viaje a través de los territorios desconocidos de la vida”.

Hoy en día sabemos muy poco acerca del mundo externo. Toda la información nos llega por los órganos de los sentidos, que no es necesariamente correcta. No podemos ver todos los rayos. No podemos escuchar todas las ondas sónicas ni detectar todos los olores. Hay ondas de sonido mucho más potentes, como las ondas de radio y las ultrasónicas, que no son audibles para el ser humano. Hay rayos de luz potentes, como los rayos X y los rayos cósmicos que no podemos ver. Los poderes de los órganos de los sentidos son muy limitados. Tenemos que ir más allá de estos órganos y para ello debemos practicar la meditación. Así nos será posible abrir nuestro tercer ojo. Y eso es posible a través de la pureza. Por lo tanto, la meditación es un viaje a través de los territorios desconocidos de la vida.

Para practicar la meditación, en primer lugar, tenemos que aprender a sentarnos como una estatua. No os preocupéis por la concentración, porque la concentración no es meditación. En la concentración hay un esfuerzo y la meditación es relajación total. Así que una persona que practique meditación debe entrenar su cuerpo para sentarse como una estatua. Donde hay movimiento, la oscilación de la mente es máxima. Así que lo primero es entrenar el cuerpo para sentarse sin movimiento, lo que significa que necesitamos desarrollar asana siddhi. Esto significa que, aunque estés sentado largo tiempo, las oscilaciones de la mente decrecerán, pero la mente seguirá funcionando. La mente es el curso de los pensamientos. Cuando el número de pensamientos es máximo, la fuerza mental es mínima y a la inversa, cuando el número de pensamientos es mínimo la fuerza mental está al máximo. Así que tenemos que disminuir las oscilaciones de la mente. No intentéis parar los pensamientos. Si lo hacéis, estos retornarán con el doble de fuerza. En meditación tenemos que utilizar ciertos trucos para eliminar los pensamientos.

La Bhagavad Gita empieza con un versículo:

El rey ciego pregunta a su ministro Sanjaya: “¿Qué sucede en el campo de batalla de Kurukshetra?” Él es un rey ciego y todos nosotros somos ciegos como Dhritarashtra. Nunca hemos intentado ver lo que sucede en nuestro interior. Siempre intentamos ver lo de fuera, pero nunca intentamos ir al interior. Una lucha constante tiene lugar en el interior. La guerra del Mahabharata tiene lugar todo el tiempo en el interior, sin nuestro conocimiento: lucha entre nuestras negatividades y virtudes. Las virtudes fueron enviadas al bosque, solo están activadas las negatividades. La sociedad siempre intenta activar nuestras cualidades negativas. No hay nadie ahí para ver nuestra bondad. Solamente el Guru puede verla y puede activar nuestras virtudes. Así que una persona que practique la espiritualidad está intentando encontrar lo que sucede en el interior. Ese es el primer paso de la meditación. Un buscador intentará encontrar lo que sucede en el campo de batalla de su mundo interno. Es una lucha constante. Cuando intentamos observar lo que sucede, podemos perder la confianza, porque las cualidades negativas son más numerosas. Nuestras buenas cualidades no bastan para luchar contra esas negatividades. ¿Cómo tener éxito en mi práctica espiritual? Se puede perder la confianza como Arjuna. Arjuna era realmente poderoso, pero perdió la confianza en el campo de batalla de Kurukshetra.

Recuerdo una historia. Un incidente ocurrido en la facultad. En un examen, un alumno se desmayó. El profesor corrió hacia él y roció con agua la cara del alumno. Este abrió los ojos y el profesor le preguntó: “¿Qué ha ocurrido?” y el alumno respondió: “He estudiado mucho, pero ahora no recuerdo nada”. Esto les ocurre a muchos estudiantes, cuando entran en un examen, lo olvidan todo. Cuando salen, vuelven a recordarlo todo. Así que esto es lo que le ocurrió a ese alumno, que dijo haberlo olvidado todo. Entonces el profesor le sopló un secreto al oído. Inmediatamente se levantó y empezó a escribir el examen, ganando así el primer asalto. ¿Qué secreto le dijo el profesor? El mismo secreto que Krishna le reveló a Arjuna. Arjuna casi se desmaya en medio del campo de batalla y entonces Krishna le dijo un secreto. Ese secreto es el texto de la Bhagavad Gita. La esencia de ese conocimiento le fue transferido a Arjuna en unos segundos, como quién transfiere un montón de información de un lápiz de memoria al disco duro del ordenador. Así mismo, el Guru puede transferir todo el conocimiento en cuestión de segundos, cómo en un clic.

Así reveló Krishna un secreto a Arjuna. “No te preocupes, Arjuna. Mi Shudárshana chakra, la rueda giratoria, basta para destruir a todos los Kauravas en un segundo. Simplemente arroja una flecha, yo haré lo demás. Pero quiero que tú te lleves los méritos. Así que, por favor, arroja una flecha”. Inmediatamente Arjuna obtuvo confianza, luchó sin temor y ganó la batalla. Justo lo que el profesor dijo al alumno: “Oh, hijo mío, sé que eres un estudiante muy inteligente. Yo soy quién evaluará tu examen. Sé que trabajas mucho, así que empieza a escribir algo. Yo te daré la mejor nota”. Inmediatamente el alumno recuperó la confianza perdida y escribió todo, sin ayuda del profesor. Pudo escribirlo todo y obtuvo la máxima calificación.    

Esta es la acción del Guru. El Guru nos da confianza. Amma nos da confianza. No hay nadie ahí para inspirarnos. Hay mucha gente por allí para decepcionarnos en esta vida. Solo el Guru es la persona que nos inspira y esa inspiración nos acerca a Dios más rápidamente. En la meditación intentamos conectarnos con nuestro maestro. Cuando nos vaciemos, podremos escuchar en nuestro interior la voz del maestro. Para eso necesitamos recitar un mantra que reemplace a los pensamientos. Cuando recitamos un mantra una y otra vez, se borrará cualquier otro pensamiento y lograremos una afinación con la inteligencia y el poder cósmicos, una afinación con el maestro. Entonces recibirás en tu interior las respuestas a todas tus preguntas.

Así que en la meditación lo primero es entrenar el cuerpo para que pueda permanecer sentado largo tiempo sin moverse, después reemplazaremos los pensamientos recitando mantras. Después, incluso el mantra desaparece. En ese momento entramos en estado de meditación. Todas las técnicas de meditación deben disolver la mente. Los paisajes naturales poseen un poder misterioso que disuelve la mente. La música tiene un poder misterioso para disolver la mente.

Ahora haremos una meditación corta. Solamente escucha esta música. Imaginad que todos estáis sentados a la orilla del océano observando una hermosa puesta de sol. Tocaré una raga que recreará la sensación del crepúsculo. Todos los objetos del mundo ansían volver a fundirse con lo supremo. Dentro de cada uno de nosotros hay un anhelo y cuando nos sentamos delante del mar podemos sentirlo con mayor intensidad. Especialmente si estás solo, si observas la puesta de sol. La hora de la puesta de sol es la ceremonia diaria del crepúsculo. Se siente ese anhelo desde dentro. Activa ese anhelo, escucha esta música, medita en la puesta de sol. La música tiene un poder misterioso para disolver la mente. Todas las técnicas de meditación son para disolver la mente. Los escenarios naturales también tienen ese poder de disolver la mente. Cuando detenemos todas las actividades del cuerpo y la mente, obtenemos una sintonía con la siguiente capa de experiencia, que es mucho más hermosa que la experiencia actual.

Habitualmente recitamos OM unas cuantas veces antes de empezar la meditación. Om tiene el poder misterioso de desconectarnos del mundo externo. Es la combinación de tres sonidos: A, U, M. [AUM en inglés]

Cuando decimos A, la boca está completamente abierta. Representa el estado de vigilia. Todos nuestros sentidos están completamente abiertos al mundo externo. Eso se llama jagrat, el mencionado estado de vigilia.

Cuando decimos U, la boca está parcialmente abierta. Representa el estado de sueño, un estado semiconsciente.

Y cuando decimos M, la boca está completamente cerrada. Representa el estado de sueño profundo.

En sánscrito, jagrat, swapna, sushupti: Estados consciente, semiconsciente e inconsciente o estado de vigilia, de sueño y de sueño profundo. Hay un estado más del que nunca hemos tenido experiencia. Es el estado de turiya, el estado super consciente, el cuarto estado. La cuarta parte de AUM es el silencio. Cuando recitamos AUM llegamos más allá de los estados de vigilia, de sueño y de sueño profundo. Alcanzamos el cuarto estado, el silencio. El silencio también está incluido a lo largo del AUM. La cuarta parte es silencio, y representa el estado de súper consciencia. En la meditación tratamos de alcanzar ese estado de turiya. Entonces habremos llegado al conocimiento de todos los secretos de la creación.

Por favor, imaginad que estáis sentados a la orilla del mar, observando una hermosa puesta de sol. Todos los objetos del mundo ansían volver a fundirse con el Supremo. Hay un anhelo dentro de todos. Podemos sentir ese anhelo cuando estamos sentados delante del mar, observando la hermosa puesta de sol. Activad ese anhelo, escuchad la música, meditad en la puesta de sol.

Comienza el sonido de la flauta.


Om Lokah Samastah Sukhino Bhavantu...



Publicado en DESTACADOS


 

Om Amriteshwaryai Namah  

Satsang de Swami Amritaswarupananda Puri para miembros de AYUDH, 3 de mayo de 2020 

Mis humildes postraciones a los pies de loto de Amma.

Mis namaskarams, amor y saludos a todos los jóvenes, devotos, queridos hijos de Amma y otros que están viendo esta retransmisión por la web.

En primer lugar, oremos juntos por la paz y la felicidad del mundo.

oṃ sarve bhavantu sukhinaḥ
sarve santu nirāmayāḥ
sarve bhadrāṇi paśyantu mā kaścidduḥ khabhāgbhaveta
oṃ śāntiḥ śāntiḥ śāntiḥ
 

El significado de esta oración es: "Que todos sean felices, que todos estén libres de enfermedades, que todos vean lo que es auspicioso, que nadie sufra. Om paz, paz, paz". 

Han pasado casi tres meses desde que COVID-19, el coronavirus, enfermedad infecciosa ha puesto a la humanidad bajo arresto domiciliario. Parece que el final del túnel se acerca. Toda la humanidad observa, está expectante. Una gran lección que la humanidad debería haber aprendido de esta experiencia es el valor de la libertad. Desafortunadamente, hemos tenido que aprenderlo de la forma más difícil, porque ha sido como si nos quedásemos entre rejas la cuarta parte del año. Este período ha sido precioso para aquellos que anhelaban pasar tiempo de calidad con su familia y renovar y fortalecer sus relaciones y sentir el tan necesario amor, cuidado, comprensión y paciencia.

Sin embargo, la verdad es que no es fácil sentirse feliz cuando solo se está con dos o tres personas, durante tres largos meses, especialmente para la generación más joven, adictos a varios intoxicantes, adictos al trabajo, a viajar, etc. Para esas personas debe haber sido una lucha. Ese colectivo seguramente siente aburrimiento y monotonía. Deben haber entendido muy bien la teoría de la relatividad, tal como lo explicó sencillamente Albert Einstein. “Pon la mano sobre un fogón caliente durante un minuto y te parecerá que ha pasado una hora. Siéntate con una chica bonita durante una hora y te parecerá un minuto. Esto es relatividad”.

Imaginad esto: un virus, 80.250 nanómetros de diámetro, que es igual a 1 billonésima parte de un metro, creando intenso miedo, ansiedad y devastación. Sin atención o alerta, shraddha, este virus habría eliminado a toda la humanidad. Esta cosa microscópica, el coronavirus, ha enseñado a toda la raza humana una gran lección de humildad. Una lección que ninguno de los líderes o gobernantes podría enseñarnos. Quizás el coronavirus es un emisario enviado por el cielo con un mensaje extremadamente poderoso: “Tened cuidado hijas e hijos míos, daos cuenta de lo poderoso que soy. Ni siquiera podéis concebir mi shakti, mi poder infinito, pues esto es lo que un pequeño mensajero mío, uno de mis soldados de menor rango puede haceros”.

El caso es que el cuerpo humano es una herramienta muy poderosa. La ciencia no puede comprender su potencia. Es un contenedor cuyo contenido es un mini universo, un trocito de Dios. El cuerpo alberga a Dios. Es un templo de Dios, pura conciencia. Desde esta perspectiva, el mundo entero, cada criatura, cada ser sensible o insensible es un templo de Dios, la totalidad de la vida. Olvidamos esta verdad o la ignoramos, ya sea por ignorancia o arrogancia, convirtiendo así la mayor bendición, esta hermosa naturaleza con toda su abundancia, en una maldición.

Los seres humanos por naturaleza desean ganar lo imposible. Deseamos la eternidad del cuerpo en lugar de centrarnos en la totalidad de la vida. Deseamos tener siempre éxito en lugar de aceptar nuestras pérdidas y fracasos. Deseamos ser más astutos en lugar de ser más activos y desinteresados. Deseamos huir de nuestras responsabilidades en lugar de cumplirlas con la actitud correcta. Deseamos controlar el futuro en lugar de vivir en el presente. Deseamos cambiar a los demás sin hacer el menor esfuerzo para cambiarnos a nosotros mismos. Deseamos cumplir con nuestras satisfacciones inmediatas, sin darnos cuenta de las consecuencias de nuestras acciones y sin tener en cuenta a los demás en absoluto. ¿Acaso no son estas actitudes más que suficientes para destruir nuestra vida, la vida de los demás, para destruir la naturaleza y todo lo bello y auspicioso?

Nunca cometas el error de pedir lo imposible. Hay muchas historias en los Puranas indios, historias épicas, que ejemplifican una oración equivocada, un deseo equivocado. La mayoría de los rakshasas, demonios, en los Puranas, en las epopeyas, intentan hacer tapas, penitencia severa. Dios aparece ante ellos y pregunta: "¿qué bendiciones buscas?" Este parece ser un modelo estándar. El asura, el demonio, diría: "no debería existir la muerte para mí". Y el Señor diría: "eso no puedo dártelo, pide otra cosa".

Escucha esta historia. Uno de esos demonios llamado Bhasmasura hizo penitencia severa y difícil para que el Señor Shiva le fuera propicio. Finalmente, el Señor se alegró y apareció ante él y le ofreció una bendición. El asura, el demonio, le pidió al Señor Shiva que le diera el poder de que, cada vez que colocase su mano derecha sobre la cabeza de alguien, la persona sobre cuya cabeza hubiese colocado la mano se quemase instantáneamente y se convirtiese en cenizas. El Señor Shiva le otorga la bendición. Bhasmasura, el demonio, está extasiado porque con este nuevo poder su clan podría triunfar sobre los devas, los seres celestiales, y establecer su dominio sobre todo el universo. Pero luego Bhasmasura, solo para probar el poder de la bendición, trata de poner su mano sobre el propio Señor Shiva, quien huye del asura y se esconde en una cueva.

En este momento, el Señor Vishnu aparece frente al asura, el demonio, en forma de una hechizante belleza llamada Mohini. El asura se vuelve loco y le pide a Mohini que se convierta en su esposa. Mohini le dice al asura que tiene que derrotarla bailando, solo entonces aceptará ella su propuesta. Ella también le dice al asura que él debe seguir e imitar con precisión sus movimientos de baile sin fallar. El demonio está de acuerdo con ello. Ambos comenzaron a bailar. En un momento durante un cierto movimiento, Mohini se toca la cabeza con la mano y el asura la imita. Tan pronto como el asura toca su propia cabeza, se convierte en un puñado de cenizas.

Este mundo es la danza de la totalidad, de la energía, de la conciencia pura. Mientras la danza sigue, el mundo continúa, la naturaleza continúa su danza de creación, mantenimiento y disolución. Se supone que nosotros, los seres humanos, debemos apoyarla por completo. Se supone que no debemos hacer ni un solo movimiento equivocado, tan solo seguirla, estar en sintonía con ella. Cuando una persona, que no controla completamente sus sentidos materiales, se vuelve poderosa, comenzará invariablemente a abusar de la naturaleza. Al hacerlo, perjudica también a las personas que lo rodean, en formas que simplemente no puede comprender en ese momento, ya que está intoxicada por su poder. ¿Nos estamos volviendo como este asura, este demonio? ¿Nuestra avaricia, astucia y deseo de éxito nos ciegan completamente? Esperemos y roguemos que la humanidad no tenga que enfrentarse al mismo destino que este demonio.

¿Cuál es la realidad de la vida?, ¿la comprendemos? La unidad de todo este sistema que conocemos como “el mundo” es la realidad de la vida. Es una sola unidad, como nuestro cuerpo. Tomad el ejemplo del simple acto de comer. ¿Qué sucede cuando ponemos un bocado de arroz en nuestra boca o mordemos un pedazo pequeño de pan? No es tan simple como pensamos, no se trata solo de abrir la boca y saborear la comida en la lengua. Todo el cuerpo está involucrado en ese proceso. Cuando un pedazo de comida ingresa en el cuerpo, todos los órganos internos, como el canal alimentario, los órganos respiratorios, el torrente sanguíneo y cada célula del cuerpo se alertan instantáneamente, se ponen inmediatamente en acción. La absorción y digestión de los alimentos no es posible sin el funcionamiento sincronizado de todos estos órganos.

Hace miles de años, los antiguos videntes de la India declararon al mundo que la conciencia es la misma en todo, tanto si algo es sensible como si no lo es, si está dotado de vida o no lo está. Es universal. Esto significa que no existen funciones individuales, independientes o aisladas. Así como todos los órganos internos del cuerpo participan activamente en la digestión de los alimentos que comemos, todo el mundo funciona como una unidad. Supongamos que nos hacemos un pequeño corte o herida en la mano; creemos que es solo algo localizado, pero no es así, justo en ese mismo momento, todo nuestro cuerpo se pone en alerta y se activa. De manera similar, todo el universo se da cuenta cuando un pájaro agita sus alas, una sola hoja cae o incluso del menor soplo de viento.

La ciencia moderna también está de acuerdo con esto. Y por eso Amma dice: “No somos islas aisladas sino eslabones de una cadena, la cadena universal. Ya sea que lo sepamos o no, todas nuestras acciones impactan en otros, por lo tanto, crear un cambio dentro de nosotros mismos es más importante que tratar de cambiar a los demás. Una vez que cambiemos, otros cambiarán automáticamente en nuestra presencia".

Amma continúa: “La misma energía vital que nos da el poder de hablar y cantar, es el poder que hay tras la canción del pájaro y del rugido del león. La misma conciencia que fluye dentro y a través de cada ser humano presta su poder al movimiento del viento, al flujo del río y a la luz del sol". Tenemos que recordar que, aunque seamos ciudadanos de un determinado país o nacionalidad, todos estamos bajo el sistema central del universo. Todos somos participantes de ese gobierno, la Constitución Central que nos gobierna a todos. Es hora de que la humanidad se doblegue y se rinda a la voluntad de esa súper inteligencia manifestada a través de la naturaleza.

Amma dice: "La naturaleza es la forma manifestada de Dios", o "La naturaleza es la forma visible de Dios". La naturaleza nos da continuamente instrucciones claras a través de varias indicaciones. Debemos desarrollar el poder necesario para verlas, o más bien sentirlas, decodificarlas y actuar de acuerdo con ellas.

El amor es el principio, el medio y el final de este camino. El amor mostrará exactamente qué hacer, cuándo y con qué actitud. Y por eso Amma nos dice que necesitamos amor y reverencia cuando buscamos soluciones para proteger a la naturaleza y al medio ambiente. El mero conocimiento o la información no es suficiente. Nuestros antepasados ​​amaban y veneraban a la naturaleza. Nosotros, los llamados modernos y civilizados, lo interpretamos como primitivo y rechazamos el gran ejemplo que nos dieron. Es hora de ser humildes en todas las circunstancias. Es hora de evitar hacer reclamaciones innecesarias. Es hora de dejar de desafiar a los demás. Es hora de dejar de lado nuestros complejos de superioridad e inferioridad. Es hora de desarrollar cierto grado de visión igualitaria. Es hora de practicar la justicia en nuestros tratos. Además, como dice Amma, es hora de darse cuenta de que, "la compasión es, en una sola palabra, la solución para el 90% de los problemas en el mundo".

Vosotros, mis hermanas y hermanos pequeños, vosotros, la generación más joven, sois la única y sola esperanza de la raza humana, la generación venidera. En vosotros confía Amma, nuestras esperanzas descansan en vosotros. Mis queridas hermanas y hermanos pequeños, es difícil cambiar los patrones de comportamiento de la generación anterior. Me temo que ellos volverán a sus malos hábitos. A partir de este momento, debemos estar 100% convencidos de que no podemos continuar con la forma en que hemos estado viviendo, la forma en que hemos estado tratando a la naturaleza. Debemos abandonar nuestras actitudes totalmente egoístas, debemos abandonar nuestro hábito de explotar la naturaleza, debemos considerar a los demás y ser compasivos entre nosotros, debemos construir relaciones familiares más fuertes, debemos considerar el mundo como una familia, debemos recordarnos constantemente que somos parte del universo, que no tenemos existencia por nuestra cuenta.

Debemos contribuir a crear un equilibrio entre salud, riqueza y conocimiento. Debemos tener más fe en el misterio del universo, en lugar de ser tan escépticos sobre cada cosa o sobre la totalidad. En este sentido, Amma nos transmite un fuerte recordatorio: la naturaleza ya no va a seguir perdonándonos, la pandemia es una advertencia poderosa, tal vez la última. Ya no podemos perder el tiempo. No penséis que podemos seguir con nuestras estupideces. Si no cambiamos, la naturaleza nos obligará a cambiar. Los seres humanos tenemos la costumbre de olvidar las lecciones que la naturaleza nos ha estado enseñando, pero ya no. No más excusas, ha llegado el momento de que la humanidad trabaje en ciertos aspectos importantes de la vida y los practique. No más excusas.

Permitidme compartir con vosotros algunos puntos que quizás queráis recordar y practicar:

1- Sé un sirviente de la naturaleza

Hay una palabra sánscrita que es: “dasa”. Dasa significa sirviente. Sé un sirviente. En uno de sus recientes mensajes, Amma dice: "en nuestro mundo vemos que cuando los trabajadores dejan de trabajar, la empresa incurre en pérdidas y finalmente se cierra. Pero desde una perspectiva espiritual o de acuerdo con la ley de la naturaleza, la naturaleza es el jefe y el hombre es el empleado. En este caso el jefe es mucho más fuerte, posee una súper fuerza. En este caso, si el jefe deja de funcionar, el mundo mismo tendrá que cerrar”. Y este bloqueo es una muestra. Todos deberían recordar esta verdad. El hombre debería dejar de lado su egoísmo y reconocer que las fuerzas naturales son el maestro supremo, además de Dios. Tenemos que desarrollar la actitud de que no somos más que sirvientes de la naturaleza, dasa, no amos, sirvientes. No maestros como pretendemos ser.

2- Reducid la velocidad 

Se están dando claros signos de que la naturaleza nos pide disminuir la velocidad. Vemos señales de tráfico: "la velocidad mata". No es solo una regla que debe observarse en la carretera, sino también en la vida. ¿Qué significa frenar en la vida? Significa meditación. Es hora de encontrar un equilibrio entre acción y meditación. Solo cuando la mente se ralentice podremos observar nuestros pensamientos. Observad vuestros pensamientos, observad vuestras emociones, vigilad las negatividades. Somos seres humanos comunes, por lo que los pensamientos estarán ahí, las negatividades estarán ahí. Sin embargo, usemos nuestro discernimiento y hagamos nuestro mejor esfuerzo para evitar que se expresen como acciones. Cuando la mente se ralentiza a través de la meditación, obtenemos el espacio absolutamente necesario para poder ver nuestras debilidades y limitaciones, y trabajar en ellas. Esto también nos ayudará a trabajar en las relaciones con nuestros seres queridos, parientes, amigos, con nuestra familia inmediata, con la sociedad, la naturaleza, el mundo, nuestro hogar común y, lo más importante, con Dios.

3- No te quedes atrapado en el sobre-análisis 

La tecnología sin amor es peligrosa. Este es uno de los mayores peligros que afrontamos. El amor es el acto de equilibrio, tanto interno como externo. Actualmente, la mayoría de las personas viven en su cabeza. Esta es una de las principales razones de los errores que cometemos. Seguimos equivocándonos, fracasando en nuestros esfuerzos por encontrar armonía con la naturaleza. Si queremos seguir cayendo, aprendamos cómo caer de la cabeza al corazón, desde la recopilación de información hasta la inteligencia colectiva.

4- Cultivar y desarrollar la cualidad de dar 

El mundo entero existe en dar. El darshan de Amma es el mejor ejemplo de dar. Sin discriminación alguna. Dar amor con igual visión sin hacer ninguna diferencia. El mundo funciona según la ley de la utilidad marginal decreciente, como en la economía. Por ejemplo, el disfrute que se obtiene del segundo gajo de naranja que uno se come será menor que el obtenido del primer gajo que comió, y sigue disminuyendo con cada gajo. El último será con el que obtendrás menos disfrute. Pero en el caso del amor de Amma, el nivel de disfrute sigue siendo el mismo. Supongamos que existiese una balanza capaz de pesar el amor, una balanza que pudiese mostrar el nivel de amor recibido por cada persona cuando Amma la abraza. Podríamos constatar que tanto la primera como la última persona, que podría ser la número 5.000, obtiene la misma cantidad de amor. Aquí el donante, que es Amma, es perfectamente feliz, lleno de amor desbordante e ilimitado hasta el final. No hay sensación alguna de carga. El trabajo se transforma en adoración y es un acto de entrega desinteresada sin esperar nada a cambio. Así que es hora de que la humanidad se oriente más hacia la acción que hacia los resultados. Es inevitable un cambio en nuestra actitud, en lugar de orientarnos hacia el futuro en busca de resultados, debemos enfocarnos en el presente, eso es acción. Cualquier acción se volverá gravosa cuando nos centremos más en la búsqueda de resultados. Será como una tarea. Cualquiera que sea el área de vuestro trabajo, resultará pesada, si consideráis que es una tarea. Perderéis vuestro entusiasmo y vigor. Os sentiréis fácilmente irritables, enojados; así que aprended a amar vuestro trabajo, sea el que sea. La mayoría de nosotros pasamos cinco días a la semana trabajando y los dos restantes están llenos de pensamientos relacionados con el trabajo, de preocupaciones y de frustraciones. Aprended a amar vuestro trabajo o encontrad uno que podáis amar, y os resultará más fácil vivir en el momento presente.

5 - Considerar el amor, el perdón y la paciencia como las principales deidades, imágenes de adoración

Amor, perdón y paciencia. El amor es el catalizador que tiene el poder de resolver cualquier conflicto, interno o externo. Una vez que el amor entra, la luz le sigue automáticamente. En inglés la palabra luz (light) puede tener dos significados: uno es resplandor o luminosidad, el otro es ligereza, poco peso. El amor, la luz y la ingravidez están conectados. Cuando estás lleno de amor, te llenas de luz y puedes elevarte a grandes alturas, porque no sientes el peso del ego. El amor y la luz no son dos. La luz es inherente al amor. Amma dice: “la vida y el amor no son dos, son uno y lo mismo". En realidad, la luz y la vida son sinónimos de amor. La falta de amor es oscuridad. Esa es una explicación de la experiencia actual que atraviesa la humanidad. Perdimos el amor en nuestros corazones. La luz no puede existir sin amor, de modo que la oscuridad intervino, la oscuridad del egoísmo, la codicia, los celos, el odio, la explotación de los demás para obtener ganancias políticas, etc. Así, cuando el amor desapareció de adentro y de afuera, este mundo, ese cielo en la tierra, desapareció y apareció el infierno. COVID-19 es solo una pequeña experiencia del infierno. Si hay un puente que conecta la tierra y el cielo, es el amor. Es el puente que conecta al hombre con la naturaleza y al hombre con Dios. Cuando vuestro corazón se ilumina con amor, dos florecimientos tienen lugar: el florecimiento del perdón y el florecimiento de la paciencia. Recordad que perdonar a alguien no excusa su comportamiento. Al perdonar, estás aceptando la realidad de lo que sucedió y encontrando una manera de vivir con ello en un estado de apertura. Esto no tiene por qué incluir a la persona a la que se está perdonando. El perdón no es algo que haces por la persona que te perjudicó, es algo que haces por ti.

6 - Recordar que el mundo es nuestra familia amplificada

Si buscamos en nuestro pasado, nos damos cuenta de que todos estamos relacionados por la sangre. Si nos volvemos hacia nuestro entorno, descubrimos que estamos relacionados con la naturaleza que nos rodea, con las fuerzas ambientales. Y si profundizamos en nuestro interior, descubrimos que estamos relacionados entre nosotros por la conciencia y, teniendo eso en cuenta, podemos proclamar y decir "Vasudhaiva Kutumbakam", que significa: "el mundo, el mundo entero es una familia". Esta declaración de las Escrituras no se refiere solo a la paz y la convivencia armoniosa entre varias culturas y sociedades, sino que indica también una verdad última, una ley que el universo afirma a partir de una fuente desconocida o misteriosa. Es una instrucción para la humanidad que debemos acatar y, de acuerdo con esta ley, esforzarnos por vivir como una sola familia. Esta ley universal se conoce como Dharma, la ley constitucional central que nos une a todos. La autoridad suprema de esta ley se conoce como Dios. Recordad siempre que somos responsables ante ese poder. Averigua lo que tú, como individuo, necesitas, pero luego conviértete en un filántropo, mejora no solo el hogar en el que viven tus hijos sino también el mundo en el que viven. Mira más allá de tu propia familia, hacia la familia mundial.

7 - Cultivar tŗpti o contentamiento

Los deseos generalmente se pueden clasificar en dos: anabólicos o legítimos, y catabólicos o ilegítimos. Los deseos que son inofensivos para los demás, saludables y estimulantes, creativos, constructivos y necesarios para mantener una buena salud y tranquilidad, se conocen como deseos anabólicos. Por otro lado, los deseos que son destructivos para unos y otros son catabólicos. Disipan nuestra energía. Básicamente, cualquier deseo que ayude a conservar nuestra energía es anabólico y cualquier deseo que drena nuestra energía y nos debilita es catabólico. Satisfaced los deseos legítimos e intentad trascender los ilegítimos al contrarrestarlos con tŗpti o contentamiento. Cortad la falsa conexión entre dinero y felicidad, y encontrad satisfacción en lo que tenéis, en lo que poseéis.

8 - Utilizar la tecnología solo cuando sea necesario

Mientras se usan dispositivos electrónicos, como un teléfono móvil, un ordenador portátil y una tableta ... no se vive el momento. Puedes decir que estás leyendo un artículo, publicando algo en Facebook, Twitter o cualquier tik-tok, chateando con un amigo en whatsapp o viendo un video. Está bien usarlos cuando sea necesario, pero dejar que te usen a ti es peligroso. ¿Por qué? Porque, dice Amma, "la realidad de vuestra existencia radica en vuestro entorno, no en estos dispositivos". Vives, y vives la vida, solo cuando estableces contacto con las personas, la familia, el entorno, la naturaleza y, sobre todo, con Dios. Básicamente, debes conectarte contigo mismo y de esa conexión surgen todas las demás conexiones. Sé consciente y nunca te permitas ser un adicto a la tecnología.

9 - Intentar crear un cambio en vuestra actitud

Hay un texto espiritual hindú llamado Srimad-Bhagavatam. Representa la vida y las enseñanzas del Señor Krishna. El capítulo 12, canto 3 del texto, se conoce como Bhumi-Gita. Bhumi significa tierra y Gita significa discurso o sermón. Básicamente es un discurso de la Tierra, de la Madre Tierra. ¿Y qué dice la Tierra? Ella dice entre risas: “Estos Reyes desean conquistarme solo para ver cómo ellos mismos son, en realidad, juguetes en manos de la muerte. Los reyes y los políticos piensan que poco a poco conquistarán toda la Tierra. Debido a las grandes expectativas a que los corazones de estos líderes están sujetos, no han podido ver a la muerte esperando cerca. La Tierra continúa, aunque en el pasado grandes hombres y sus descendientes me dejaron, partieron de este mundo siendo tan indefensos como cuando entraron en él. Incluso hoy los hombres locos tratan de conquistarme. Para conquistarme, las personas materialistas luchan entre sí. Los padres se enfrentan en lucha a sus hijos y hermanos porque sus corazones están encadenados al deseo de poder político. Los líderes políticos cambian uno tras otro. Toda esta tierra es mía, dice la Madre Tierra, toda esta tierra es mía y no tuya, ¡tonto!  De esta forma se atacaron unos a otros y murieron".

En su discurso pronunciado en el Vaticano, Amma dijo: “La humanidad ha construido muchas divisiones, particiones en forma de religión, casta, idioma y fronteras internacionales. Deberíamos reunirnos por encima de todas estas divisiones y crear un puente de amor puro que lo abarque todo para cruzar esta división. Cualquier corazón endurecido se ablandará en el amor. El amor puede difundir la luz incluso en la oscuridad más densa. El amor desinteresado transformará a los demonios que habitan dentro de los humanos convirtiéndolos en sus propios salvadores. Sin ningún motivo egoísta, los líderes religiosos deben formular un plan de acción basado en el servicio desinteresado, que es la esencia de todas las religiones verdaderas".

A veces utilizamos la palabra "tocar". Esa persona me tocó, ese incidente me tocó. ¿Sabéis lo que realmente significa? Es posible que no hayamos cruzado ni una sola palabra con esa persona. Alguien pasa junto a ti, o lo miras, o puede que hayas sido testigo de un evento, de un incidente, puede que él o ella te hayan mirado una vez; que alguien te haya mirado una vez a los ojos y dices que esa persona te ha “tocado”, ¿verdad? Y esta palabra "tocado" no es solo una palabra. Simplemente sucede que te toca y luego esa radiación se extiende a las personas, a los animales, a los árboles, a las rocas. Y un día verás que estás tocando a todo el universo desde dentro. Intentad lo siguiente: sentaos junto a una persona que esté profundamente dormida, no hagáis nada, solo observad profundamente su rostro, os sorprenderéis al ver a esa persona abriendo los ojos y despertando. Y puede que esa persona incluso pregunte: "¿qué?" No la has tocado físicamente, no la has llamado, pero se despertó. ¿Cómo? Porque la tocaste, no físicamente, sino con tu corazón.

Amma, a través de su darshan, de su presencia, de su toque, de su abrazo amoroso despierta a las personas, invoca su potencial latente y les ayuda a expresarlo. Todos somos tocados por Amma. Nuestro corazón está abierto porque Amma nos toca. Toda la humanidad tiene que crear un nuevo útero, un útero para concebir el Amor, un útero para concebir el más profundo sentimiento de maternidad. Cada ser humano, hombre o mujer, debe convertirse en madre, en una madre amorosa, compasiva, cariñosa, afectuosa y paciente. Y ese es el camino hacia la luz, esa es la forma de vivir la vida, y de hecho esa es la forma de sobrevivir. Y ese solo es el camino hacia el futuro. Amma nos ayudará en este proceso, despertará el amor latente en nosotros y nos llevará a la luz. El futuro está en vuestras manos, mis queridas hermanas y hermanos jóvenes. El futuro está en vuestras manos.

La primera pregunta es de Pranav, de India.

Esta situación actual del COVID-19 está afectando a la vida de forma personal, lo cual puede solucionarse siguiendo las reglas de distanciamiento, pero a nivel profesional hay muchas pérdidas en términos de pérdida de empleos, recortes salariales y estrés mental. ¿Puede aclarar esto y explicar cómo podemos sacar algo positivo de ello y mantenernos motivados para un mañana mejor?

Esta es mi respuesta a Pranav. La enfermedad infecciosa del coronavirus ha convertido al mundo entero en casi una zona de guerra, un campo de batalla. Los afectados por la enfermedad están luchando. Las personas sospechosas de tener la enfermedad están en cuarentena, aisladas y también están luchando. Los que se ven obligados a confinarse en sus casas también están luchando. Hay una pelea dentro de todos. 

Es una lucha entre pasado, presente y futuro, dentro de ti. Tu propio presente está luchando con el futuro y el pasado. Cada uno de nosotros es un soldado en esta guerra, cada uno de nosotros. Todos somos soldados, independientemente de la cultura, nacionalidad, idioma, casta, credo o religión. Todos estamos en la guerra, amigo. ¿Y qué es lo más importante que hay que hacer durante una guerra? Salvar la vida, ¿verdad? La vida es lo más importante. Entonces, lo que tienes que hacer es: permanecer tranquilo, ser paciente, dar los pasos necesarios para salvar tu vida, la de tu familia y la vida de los demás. Priorizar eso. Por lo tanto, concéntrate en el presente, sé consciente, protégete y protege a los demás. Estar seguro y a salvo, estar bien y alegre, eso es de primordial importancia. El trabajo, los recortes salariales y el estrés mental son secundarios. Solo si estás vivo y sano tendrás un trabajo, ¿correcto? Solo si estás vivo y sano podrás buscar un nuevo trabajo en caso de que pierdas el actual. Pensar en recortes salariales, etc., viene después. Entonces, básicamente no se trata de ser positivo, más bien se trata de una cuestión sobre aceptar la que consideramos situación negativa. La enfermedad y el confinamiento que siguió te prepararon para afrontar cualquier desafío. En esta situación, una actitud positiva significa aceptación. ¿De acuerdo, Pranav? Creo que he respondido tu pregunta.

La segunda pregunta es de AYUDH Europe. No sé si estoy pronunciando su nombre correctamente, es Leonie de Bélgica.

Gracias por dedicar su tiempo a responder nuestras preguntas. Todavía puedo ir a trabajar durante el confinamiento y estoy agradecida por ello. También experimento más tranquilidad, y cuando no estoy trabajando tengo más tiempo para mí, para mis prácticas espirituales y para hacer otras cosas que quería hacer desde hace mucho tiempo. Ahora no existe la presión de las actividades, fiestas y cenas con familiares y amigos. Amo a mi familia y amigos y, por supuesto, quiero verlos pronto, porque los he extrañado. Pero he tenido tiempo para hacer seva, actividades de AYUDH y trabajar. Mi preocupación es que después del virus corona todo volverá a ser como antes, con todos ocupados, corriendo de un lugar a otro, y la calma se habrá ido. Siento que también yo he corrido mucho, pero no quisiera herir los sentimientos de otras personas. ¿Tiene algún consejo sobre este tema? ¿Dice Amma algo al respecto?

Leonie, mi respuesta a tu pregunta es: no creo que las personas con un poco de sentido común sigan obsesionadas con sus patrones de comportamiento después de pasar por una experiencia tan intensa. El mundo debe cambiar. No son las opiniones de los demás las que deberían guiarte, sino tus propias convicciones. Debes intentar tener tus propias convicciones sobre esta experiencia del COVID-19.

¿Cuáles son las enseñanzas que has aprendido de esto? ¿Cómo quieres actuar en consecuencia? ¿Cómo quieres cambiar tu perspectiva después de esto? ¿Quieres favorecer un impacto positivo? En caso afirmativo, ¿cómo deseas corregir tus puntos de vista y crear una transformación en tu interior? La corrección solo es posible en el momento presente. ¿Quieres contribuir a una vida armoniosa con la naturaleza? Estas son las preguntas que debes hacerte. Quiero decir, que preguntar sobre ello no es suficiente, hay que contemplar y meditar sobre ello. Si realmente deseas hacer un cambio en tu vida y en la vida de los demás, no te preocupes por los sentimientos contradictorios que puedas crear en los demás. Porque una vez que te transformas, una vez que tu corazón está lleno de luz, no puedes lastimar a los demás. ¿Qué deseas? ¿Comprensión, menos comprensión, o ninguna comprensión? Tú decides y sigues adelante. Gracias.

La tercera pregunta es de Srikuti USA.

Nuestra querida Amma afirma a menudo que la autoconfianza es como un cohete de refuerzo que nos ayuda a liberarnos de la esclavitud y las impurezas de la mente y nos permite elevarnos a las alturas de la espiritualidad. Amma también afirma que el fracaso proviene de perder la confianza en uno mismo. Desde mi perspectiva limitada, entiendo que la autoconfianza es confiar en las propias habilidades para enfrentarte a cualquier situación que surja. En el mundo cotidiano, la mayoría de las personas desarrollan confianza en sí mismas a partir de repetidos casos de éxito. Por ejemplo, un estudiante que haya aprobado todos sus exámenes de preparación en la escuela secundaria estará seguro de superar el examen real. Un estudiante, que suspendió todos sus exámenes de preparación, a pesar de sus mejores esfuerzos, carecerá de confianza en sí mismo, lo que le conducirá a más fracasos. Es un círculo vicioso.

¿Cómo cultivas la confianza en ti mismo cuando afrontas períodos de fracaso? ¿Cómo cultivar suficiente confianza en ti mismo para ser competente en lo que estás haciendo, sin considerarte autor/propietario de tus acciones, y manteniendo la actitud de que Rama es el hacedor y que tú eres un sirviente?

Srikuti, creo que tu concepto sobre la autoconfianza es incorrecto. La confianza en uno mismo no es algo que solo se necesita en tiempos de éxito. Durante los períodos de victoria no hay necesidad de trabajar en la autoconfianza, porque ya está ahí. Porque cuando ganas, cuando eres victorioso en algo, o cuando tienes éxito en algo, estás emocionado, estás eufórico, estás lleno de celo de confianza y entusiasmo. Mientras que los fracasos matan tu entusiasmo y confianza, y ahí es cuando debes tener confianza en ti mismo. Cuando estás sano no necesitas ningún medicamento, ¿verdad? No. Pero sin duda debes tomar medicamentos cuando enfermas. Del mismo modo, la falta de confianza en uno mismo es un tipo de enfermedad. ¿Y cuál es la medicina? La confianza en uno mismo es la medicina. Y solo eso te elevará. Eso solo te ayudará a superar el desafío. Por lo tanto, toma la medicina de la confianza en ti mismo y tómala en tiempos difíciles. Ofrecer tu trabajo o el resultado de tu acción al Todopoderoso, es algo que irá surgiendo poco a poco. No es algo que suceda de la noche a la mañana. Solo tienes que trabajar en ello. Tienes que seguir recordándoselo a tu mente, porque la mente, el ego, siempre quiere resultados. Entonces, hay que cambiar la actitud de vivir esperando resultados a vivir el momento presente, que es un momento desinteresado, el momento de no interés por el resultado, y eso es algo que sucede lentamente. Es un proceso lento y gradual. Pero está ahí dentro de nosotros. Lo hacemos en ciertas ocasiones. Por ejemplo, vas caminando por una calle solitaria, no hay nadie más, solo una persona caminando justo delante de ti. Y en ese momento, se le cae la billetera y él no se da cuenta. Tu sigues caminando, y ves la billetera. No hay nadie más allí, ¿y qué haces en ese momento? Recoges la billetera, se la entregas a esa persona y te vas de allí sin esperar siquiera que te dé las gracias. Esta es una acción espontánea. Esa espontaneidad está dentro de nosotros. No te aseguras de que haya fotógrafos allí o, ya sabes, que los reporteros de los medios locales estén allí para tomar una fotografía y dar las noticias en los principales periódicos y canales de televisión de actualidad. No te importa nada de eso. Y ahí está, es felicidad lo que sientes cuando realizas una acción desinteresadamente, hay una tremenda cantidad de felicidad, hay una tremenda cantidad de satisfacción. Y esa satisfacción que sientes, esa felicidad que sientes es la recompensa. No hay otra recompensa y no hay mayor recompensa que esa felicidad. Si puedes expandir poco a poco ese espacio, ese es el espacio de felicidad que sientes, el espacio de amor que sientes, el espacio de gratitud que sientes, ese espacio de espontaneidad. Experimentas eso por un momento. Tienes que expandir eso y hacerlo cada vez más y más grande, y por eso necesitamos hacer prácticas espirituales.

Observación, si realmente observas las cosas, si miras a tu alrededor, ves, sientes el sufrimiento de las personas, sientes su dolor, entonces sientes el anhelo de ayudar a los demás. Ayudar a los demás tiene que convertirse en un anhelo, eso es observación. Observar el sufrimiento, y esa observación culmina espontáneamente en meditación. ¿Qué hizo Amma? Ella simplemente observó. Hay tanto sufrimiento… ¿Por qué algunas personas son felices mientras que otras son infelices? ¿Por qué algunas personas no tienen nada para comer mientras que otras disfrutan de la vida? ¿Por qué hay tanta pena? Sí, fue una observación. Pero no fue una observación superficial, fue una investigación profunda que penetró profundamente en Amma, en el núcleo de su ser. De esa meditación obtuvo la respuesta correcta: Servir, servir a la humanidad desinteresadamente. Esa es la necesidad de la hora actual.

Espero y rezo para que seáis capaces de pasar este período de encierro, mientras permanecéis en casa, estando solos, lejos de vuestra familia y vuestros amigos. Podríais pasar este tiempo de manera productiva desarrollando vuestro potencial interno, vuestros talentos.

Que la Gracia de Amma esté siempre con cada uno de vosotros.

Gracias por participar.

Om Lokah Samastah Sukhino Bhavantu...

 

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Miércoles, 19 Febrero 2020 17:11

Tercer mensaje de Amma sobre el COVID-19

 

























 


 

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