Las niñas de la India: no las dejemos atrás

En toda la India, la gente se une para sensibilizar sobre el futuro de las niñas del país, lo que en realidad resulta en una unión por el bien de todos. Según UNICEF, India tiene la población adolescente más grande del mundo, 253 millones, y una de cada cinco personas tiene entre 10 y 19 años. Tanto las niñas como los niños carecen de acceso a la información y a los recursos que afectan a su calidad de vida.

 

Sin embargo, las adolescentes están especialmente expuestas a múltiples niveles de vulnerabilidad debido a las normas sociales que afectan su valor. Esto incluye acceso limitado a la educación, trabajo infantil, falta de instalaciones sanitarias, enfermedades y muertes de madres y recién nacidas. También un millón y medio de niñas casadas cada año, lo que representa un tercio del total mundial.

La India se beneficiará social, política y económicamente si sus adolescentes están seguras, sanas, educadas y equipadas con información y aptitudes para la vida con los que apoyar el desarrollo continuo del país. En Amrita Vishwa Vidyapeetham (Universidad Amrita), los investigadores se están planteando distintas formas de hacer realidad esta visión.

No las ignoremos, porque ellas importan

por Rasika Soman

AMMACHI Labs, Investigadora

Es hora de repensar la condición de las adolescentes en la India, reflexionar sobre nosotras mismas y preguntarnos: "¿Qué estamos haciendo para mejorar la condición de las niñas en nuestro país?"

Desde el día en que la India se convirtió en una nación independiente en 1947, ha logrado un tremendo desarrollo en términos de mejora de nuestro PIB, desarrollo tecnológico, desarrollo industrial y comercio exterior. Pero detrás de este llamado "éxito" se esconde la deplorable condición de las jóvenes que a menudo son desatendidas, especialmente en las zonas rurales de la India.

Los gobiernos central y estatal están haciendo esfuerzos para mejorar esta parte marginada de la sociedad a través de varias iniciativas. Entre ellas figura habilitar cuentas bancarias para niñas (Sukanya Samriddhi Yojana), elevar el estado general de la niña (Balika Samridhi Yojana) y brindar apoyo financiero a las familias empobrecidas cuando nace una niña (Mukhyamantri Rajshri Yojana).

Pero la pregunta sigue siendo cuánto impacto han tenido estos programas en el cambio de perspectiva y actitud de las masas hacia las niñas en nuestro país. Esto no solo se aplica a las zonas rurales "sin educación, atrasadas y marginadas", sino que también es frecuente en las llamadas "ciudades urbanas educadas".

La condición de las mujeres en la India puede ser analizada apropiadamente a través del Informe de Población Mundial 2020 de la ONU. En él se afirma que el número de "mujeres desaparecidas" en la India es de 45,8 millones en los últimos 50 años. Se están refiriendo a aquellas niñas que son asesinadas antes de nacer debido a la selección del sexo o deliberadamente asesinadas después del nacimiento por falta de una nutrición y cuidados adecuados.

En un país donde el útero de la mujer se considera principalmente favorable para dar a luz a un niño, la niña se considera desafortunada, un tabú y un lastre para la familia. El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) estima que si tal condición prevalece en India, veremos un momento en que los novios no tendrán novias para casarse, y esto derivar en vicios sociales como violaciones, trata de niños y niñas.

A pesar de que nuestro país está plagado de esta incesante indiferencia hacia la niña, los laboratorios AMMACHI Labs, el Centro para la Igualdad de Género y Empoderamiento de la Mujer y AmritaCREATE se han esforzado por brindar educación, salud y nutrición, seguridad y desarrollo inclusivo a las niñas marginadas y excluidas.

Por ejemplo, en noviembre de 2018, AMMACHI Labs fue seleccionado por el gobierno de la India para ser una agencia implementadora de Pradhan Mantri Kaushal Vikas Yojana (PMKVY). Se trata de una iniciativa diseñada para brindar desarrollo en habilidades de calidad a jóvenes de 18 a 35 años que están marginadas de la capacitación formal, lo que sucede especialmente en áreas remotas y comunidades tribales. Hoy, Amrita-PMKVY cuenta con centros en Odisha, Kerala, Tamil Nadu, Jharkhand y Chhattisgarh.

El proyecto tiene un enfoque específico dirigido a las mujeres jóvenes e incluye capacitarlas en sectores que están dominados principalmente por hombres en la India. Hay programas en reparación automotriz, fontanería, sastrería y asistentes de servicio general en el cuidado de la salud. Amrita-PMKVY opera a través de un modelo de cubo y radio, lo que ayuda a ampliar el alcance del proyecto.

Este es solo uno de los muchos esfuerzos de Amrita. Un enfoque participativo unido a la empatía y la compasión es la receta para el éxito de sus iniciativas. Así que inspirémonos y unamos nuestras manos para animar a las niñas de nuestro país. Todas las chicas realmente importan.

El impacto de género del COVID-19 en la educación

por Vipul Chawla

Estudiante de máster en Trabajo Social

La pandemia del COVID-19 ha perturbado varios sectores y segmentos de la economía global. Las mujeres y las niñas, especialmente las pobres y marginadas, son más vulnerables a estos trastornos. Se les presiona para que integren las conmociones socioeconómicas y políticas sin precedentes, sin que se les faciliten los medios necesarios para mitigar esos cambios.

Los datos de la UNESCO indican que del total de estudiantes matriculados a nivel mundial, más del 89 por ciento (1,54 mil millones de niños) no asisten a la escuela debido a cierres debido a COVID-19. Este dato incluye a casi 743 millones de niñas.

Al igual que en muchos países, en la India, la pandemia afectó de forma masiva al sector de la educación. Con cierres prolongados de escuelas que han llevado a pasar de la enseñanza tradicional en el aula a los medios digitales, lo que ha provocado que las desigualdades persistentes se hayan ampliado aún más. Un informe de políticas del Center for Budget and Governance Accountability (CBGA) y Child Rights and You (CRY) establece que esto podría causar que un millón más de niñas, así como de niños transgénero, abandonen la escuela, especialmente los pobres, los discapacitados o los que viven en áreas rurales.

Incluso en la época anterior a COVID-19, la tasa de alfabetización de las mujeres era más baja que la tasa de alfabetización de los hombres. Aunque la tasa de alfabetización femenina aumentó en un ocho por ciento (del 62.3 por ciento en 2007-08 al 70.3 por ciento en 2017-18), muchas de ellas nunca se han inscrito en ninguna institución educativa. Entre otras razones por falta de interés, limitaciones financieras y participación en actividades domésticas.

Los efectos del COVID-19 están desproporcionadamente sesgados hacia las adolescentes. Con un desempleo generalizado y un mercado laboral inestable, muchas familias se han visto empujadas a la pobreza y afrontan dificultades económicas. En situaciones semejantes a las de una crisis, los costos financieros y de oportunidad de educar a las hijas son sopesados y examinados todavía mucho más.

Con esta fragilidad e incertidumbre, el matrimonio infantil se convierte en un mecanismo de supervivencia para que algunas familias alivien la presión financiera. UNICEF advierte que, debido a la pandemia, alrededor de 10 millones más de niñas en todo el mundo serán inducidas al matrimonio infantil en la próxima década.

Las estimaciones también infieren que cada año al menos 1,5 millones de niñas menores de 18 años se casan en la India. Con una de cada tres niñas novias del mundo que residen en la India, nuestro país alberga a 223 millones de niñas novias. Se considera por tanto que la incidencia del matrimonio infantil en la India es más probable entre las niñas que pertenecen a hogares pobres, que tienen un nivel de educación más bajo o que residen en áreas rurales.

La pandemia empujó a muchos niños de diferentes estados, clases, castas, géneros y regiones fuera de las escuelas debido a la brecha digital que ya existe en nuestro país. Según una encuesta del Gobierno de la India en 2017-2018, casi el cuatro por ciento de los hogares rurales y el 23 por ciento de los hogares urbanos poseían computadoras. Aproximadamente el 24 por ciento de los hogares en el país tenían acceso a Internet (15 por ciento entre los hogares rurales y 42 por ciento entre los hogares urbanos), y las mujeres tenían un acceso menor en comparación con los hombres.

Las niñas que pertenecen a hogares vulnerables corren más riesgo de tener que cargar con las tareas domésticas o casarse. Esto conduce a la inaccesibilidad de la educación digital, ya sea por un acceso inadecuado a las tecnologías o por la priorización del acceso de un niño varón a los recursos digitales comunes. La persistente brecha digital de género y la necesidad de la educación virtual están destinadas a fomentar las desigualdades existentes en términos de acceso a la educación básica.

Este año, el Día Internacional de la Niña tuvo como lema "Generación digital: tecnología e innovación como aceleradores de la autonomía corporal de las niñas". La atención se centró en valorar positivamente a las niñas que utilizan la tecnología para un futuro mejor y en una convocatoria urgente a la acción para expandir la conectividad digital para los que se quedaron atrás. Al empoderarlas en sus comunidades, así como digitalmente, lo que se trata es de:

- Cerrar la brecha de género digital en conectividad, dispositivos y uso

- Canalizar su creatividad para diseñar soluciones digitales innovadoras para ayudar a las niñas a lograr sus derechos y asegurar su autonomía corporal.

- Crear un mundo digital accesible y seguro para todos.

El ayudar a las niñas a tener un acceso equitativo a las herramientas digitales y la información les permitirá la capacidad para tomar decisiones informadas. La educación es un medio sólido para romper el círculo vicioso de la discriminación y garantiza un futuro igualitario para las niñas. La revolución digital en género es, por lo tanto, vital para el empoderamiento no solo de las niñas, sino de la sociedad global en su conjunto.

Generación digital. Nuestra generación

por Gayathri Sujatha

Estudiante de máster en Trabajo Social

Las niñas necesitan conocer sus realidades digitales y tener la capacidad de allanar sus propios caminos para construir un imperio de sueños en esta nueva generación de tecnólogos.

El 11 de octubre de 2012, el mundo celebró el primer Día Internacional de la Niña. Las personas, tanto hombres como mujeres, realizaron varios eventos y campañas para crear conciencia sobre los desafíos a los que se enfrentan las niñas en todo el mundo y para crear un entorno saludable y seguro para todas ellas.

Este año, nueve años después, el tema especificó el ámbito digital: "Generación digital. Nuestra generación”. La digitalización evoluciona y se expande continuamente, y las tecnologías van desde Internet y dispositivos móviles hasta realidades virtuales y aumentadas e inteligencia artificial, incluido el aprendizaje automático, la robótica, los sistemas automatizados y el análisis de datos.

La alfabetización digital es crucial para el desarrollo de nuestros niños y jóvenes en una amplia gama de áreas. Entre ellas, especialmente, la empleabilidad, que se vincula con un mayor potencial de ingresos y nuevas oportunidades económicas. Según el Foro Económico Mundial, el 90 por ciento de los trabajos requerirán habilidades digitales para 2030.

Al mismo tiempo, la desigualdad de género en el mundo físico se replica en el mundo digital, y podemos ver una gran brecha en el acceso de las niñas en comparación con el de los niños. Si bien la pandemia del COVID-19 ha acelerado el uso de plataformas digitales para la educación y el trabajo, algunas personas en India, especialmente en áreas rurales, aún no tienen acceso a Internet en casa. Esto también da como resultado que la brecha digital se concentre abrumadoramente en las mujeres y las niñas.

Durante el COVID-19, muchas mujeres y niñas atraviesan situaciones extremadamente vulnerables. La violencia doméstica, el matrimonio adolescente y el abuso infantil parecen haber alcanzado su punto máximo. Al mismo tiempo, el cierre de las escuelas ha dado lugar a clases en línea y la vacunación contra COVID-19 se ha visto facilitada por el registro en línea.

Muchas mujeres y niñas no pueden acceder a la protección o la participación debido a la falta de comunicaciones digitales. En comparación con los hombres, hay menos mujeres que poseen teléfonos móviles, y quienes los tienen a menudo tienen modelos anticuados, rotos o que funcionan mal. Los teléfonos inteligentes son un sueño imposible para muchas mujeres, especialmente en las zonas rurales de la India.

Además, el costo de los datos es mayor en áreas remotas con menor conectividad. Existe una falta de competencia en el mercado, lo que además impide que las mujeres y las niñas accedan a Internet y a la tecnología digital. Si los operadores móviles pudieran apoyar el desarrollo de la alfabetización digital para las niñas, especialmente para las que no asisten a la escuela y se encuentran en lugares aislados, su perspectiva del mundo cambiaría por completo.

Otro factor para las niñas es que vivimos en una era tecnológica, pero ellas no reciben el mismo apoyo ni se les anima a estudiar ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM). De hecho, la disparidad de género es alarmante en el campo de STEM, que está impulsando la innovación y el bienestar social en el futuro. Tanto las niñas como los niños deben participar por igual en el logro de sus metas individuales, junto con el logro de nuestras metas nacionales para mejorar nuestro futuro como comunidad.

Hay múltiples capas en juego en la brecha de género digital. Incluyen acceso desigual a la educación, normas sociales dañinas, desigualdad de género, analfabetismo digital y, lo peor de todo, los riesgos asociados con las tecnologías digitales: acoso en línea, ciberacoso, ciberacoso, mensajes sexuales no solicitados y explotación y abuso sexual infantil.

Apoyar la alfabetización digital para las niñas puede brindar protección para que tengan las habilidades y la conciencia sobre cómo usar la tecnología de manera segura con información fiable y datos protegidos.

Para contribuir a esta fórmula, las políticas educativas del gobierno deben apoyar la implementación de la capacitación en habilidades digitales en el currículo escolar formal. Esto debe comenzar en primaria para que las niñas puedan desarrollar sus habilidades con el tiempo. También se puede brindar capacitación en alfabetización digital a los padres para que comprendan los parámetros de la tecnología digital, tanto los riesgos como los beneficios, y puedan ayudar a las niñas a mantenerse seguras en línea.

Las organizaciones que representan a mujeres y niñas deberán asegurarse de que el marco legal ofrece protección a mujeres y niñas para la protección, seguridad y privacidad de datos en línea. Los organismos reguladores de formulación de políticas se han comprometido repetidamente a cerrar las brechas de género en todos los sectores de la economía, incluida la inclusión digital. Al anular la brecha de género en todos los sectores, las mujeres y las niñas pueden explorar el mundo de las oportunidades, así como los desafíos, y esto puede transformar nuestro mundo.

Lo más importante es escuchar las opiniones y sugerencias de las propias niñas para que, como comunidad, incluyamos sus experiencias al desarrollar productos y servicios digitales.

La alfabetización digital mejora la confianza, el empoderamiento, el conocimiento y abre las puertas a un mundo de oportunidades. Los recursos humanos son la mayor fuente de desarrollo económico, social, político y cultural. Dado que las niñas son una parte vital de esa fórmula, se les debe dar la libertad de participar por igual en el mundo digital.
>>Más ideas de los estudiantes de Trabajo Social

Foto 1: Ratanpur, Bihar
Foto 2: Kodur, Telangana
Foto 3: Maira, Punjab
Foto 4: Kalinagar, West Bengal
Foto 5: Laranpur, Bihar

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