Discurso completo de Amma: Inauguración del Civil 20 de la India en 2023

El 16 de enero, se llevó a cabo en Amritapuri la ceremonia inaugural del Grupo de Trabajo Civil 20 (C20) para la Presidencia del G20 de la India. Amma es la presidenta del C20, cuyo objetivo es llevar las preocupaciones de las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) a los jefes de estado de las principales economías del mundo. Como país anfitrión de este año, la cumbre del G20 tendrá lugar en Nueva Delhi el próximo septiembre.

 

Amma se inclina ante todos ustedes, que son encarnaciones del Amor Puro y del Ser Supremo.

Esta es una ocasión propicia. Nos hemos embarcado en una misión para restaurar la luz menguante del mundo. Este es un año histórico en el que la India ha recibido la oportunidad de asumir la presidencia de las naciones del G20.

El Gobierno de la India y el Honorable Primer Ministro Shri Narendra Modi nos han dado la gran responsabilidad de facilitar el éxito del proceso de Civil Society 20 (C20), un grupo de compromiso oficial del Foro G20. Espero que seamos capaces de hacer justicia a este empeño. En esta ocasión, expreso mi sincero agradecimiento al Gobierno de la India y al Honorable Primer Ministro.

El cuerpo humano, junto con todo lo sensible e insensible de este mundo, se compone de cinco elementos: tierra, agua, fuego, aire y espacio. Estos cinco elementos se originan en la naturaleza. Por eso la humanidad y la naturaleza son una unidad. Conociendo esta verdad a través de la experiencia directa, los antiguos ṛiṣis de la India declararon vasudhaiva kuṭuṁbakam: “El mundo es una sola familia”. Resulta pues apropiado que el tema de la presidencia del G20 de la India sea esta declaración de los Upaniṣads: “Una tierra, una familia”.

Las funciones principales del Foro C20 son resolver los problemas a los que se enfrentan las personas en sus campos de trabajo, comprender la opinión pública, estudiar los problemas que afrontan las personas en sus diferentes áreas, llamar la atención del gobierno indio y las naciones del G20 y sugerir soluciones.

La humanidad siempre ha intentado diferentes formas de hacer la vida más fácil y cómoda. Depende de muchas fuentes de energía. Como tal, cada nación se esfuerza constantemente por desarrollar su fuerza como nación, en términos militares, económicos, así como en términos de ciencia y tecnología. Desde la perspectiva de la seguridad y el progreso, todos son necesarios.

Sin embargo, en nuestra prisa por fortalecernos en estas áreas, nos hemos olvidado de la fuerza de la naturaleza, que es aún más poderosa. Hemos olvidado la gran verdad de que somos parte de este vasto universo. Últimamente, la naturaleza nos ha estado dando una sucesión de “tratamientos de choque” para recordarnos esta verdad. Aun así, seguimos comportándonos como si tuviéramos Alzheimer, incapaces de recordar nuestras lecciones.

La humanidad debe esforzarse por alcanzar la cima del conocimiento. Cualquiera que sea la investigación que se requiera, esta debe llevarse a cabo. Sin embargo, Amma siente que también debemos estar preparados para investigar el poder del pensamiento espiritual y de un estilo de vida establecido en principios espirituales. Debemos entender la necesidad de esto a partir de las pistas que la naturaleza y el universo nos siguen enviando. Solo entonces podremos cumplir con el principio de vasudhaiva kuṭaṁbakam, al menos en cierta medida.

Hoy nuestra situación es tal que, si bien lo tenemos todo, en realidad no tenemos nada. Una cosa está muy clara. A medida que la humanidad se aleja más y más de la naturaleza, nuestros problemas solo van en aumento. La naturaleza es el rostro de Dios revelado.

La humanidad tiene un entendimiento erróneo de que la naturaleza es nuestra sierva obediente e insensible, y por lo tanto podemos tratarla como nos plazca. Sin embargo, la verdad es que la naturaleza es un cuerpo unificado, una sola entidad. Así como las partes de un cuerpo están indisolublemente conectadas, todos los aspectos de la naturaleza, sensibles e insensibles, también están interconectados. Todos ellos son partes del cuerpo de la naturaleza.

Por eso el desarrollo es insostenible a menos que esté ligado a la protección del medio ambiente. Si realmente queremos un desarrollo sostenido, no basta con realizar conferencias y cumbres, otorgar premios y crear políticas y leyes. La actitud de la humanidad tiene que cambiar. Si podemos cambiar nuestra actitud, podemos cambiar nuestro entorno.

¿Cómo podemos vivir sin tierra, agua, fuego, aire y espacio? Estos cinco elementos son la base de nuestro cuerpo. Entonces, la Naturaleza está tanto dentro como fuera. Viviendo en esta tierra, muchas veces ignoramos o rechazamos a nuestros semejantes y a la naturaleza; nos esforzamos solo por satisfacer nuestros propios deseos egoístas y codicia. Al mismo tiempo, oramos a Dios para que nos dé el cielo. ¡Qué contradicción!

En esta coyuntura, con casi un cuarto de este siglo cumplido, ¿cuál es el estado de nuestro mundo? Cierra los ojos y coloca tu dedo en un mapa. Ahora abre los ojos y mira en qué continente y nación aterrizó. Dondequiera que estéis, averiguar si ese lugar es pacífico y libre de conflictos.

¿Hay suficiente agua potable y comida para saciar la sed y el hambre de todos los que están allí? ¿Hay un techo sobre cada cabeza? ¿Y disponen de ropa para ponerse? ¿La atención médica necesaria está disponible para todos? ¿Están seguras las mujeres y los niños?

Todos ya saben la respuesta sin que Amma la diga. La única diferencia es que, mientras los ricos lloran rodeados de lujo, los pobres lloran sentados en una silla rota bajo un techo con goteras.

Muchas organizaciones civiles y personas participan activamente en la búsqueda de soluciones y en la labor humanitaria. Pero son solo pequeñas gotas de lluvia que caen al océano. Sin embargo, cuando caen en el desierto, incluso gotas tan pequeñas tienen algún beneficio. Si entendemos su lugar y las usamos en consecuencia, pueden ayudar a traer algo de alegría, paz y salud al mundo.

Amma menciona a menudo que debemos encontrarnos con personas de su nivel cuando interactuamos con ellas. Hemos adoptado 108 aldeas. Durante su visita inicial a una de las aldeas, los voluntarios del Ashram se enteraron de que todos los agricultores de la aldea estaban pensando en suicidarse. ¿Por qué?

Sus cosechas se habían malogrado repetidamente y lo habían perdido todo. El capital inicial que habían pedido prestado desapareció y ni siquiera pudieron pagar los intereses del préstamo. La única salida que veían ante ellos era la muerte. Las cosechas se habían perdido durante cinco años seguidos.

Nuestros voluntarios observaron su proceso. ¿De dónde estaban comprando su fertilizante? Descubrieron que los agricultores estaban pagando una cantidad exorbitada por el fertilizante. Los estaban engañando. Los voluntarios intervinieron y ayudaron a comprarlo a un precio justo. Hicieron que los agricultores fueran conscientes de las prácticas agrícolas modernas. Al año siguiente, estos agricultores tuvieron una cosecha abundante. Pudieron pagar los préstamos que tenían pendientes durante cinco años y obtuvieron suficientes ganancias para vivir durante el año.

Ese año, todos esos aldeanos vinieron a ver a Amma con brillantes sonrisas iluminando sus rostros, para ofrecerle a Amma un poco de arroz de esa cosecha. Pudimos animarlos física y mentalmente. Por lo tanto, impartir la conciencia adecuada es esencial. Por eso Amma siempre dice que debemos encontrarnos con personas y situarnos a su nivel.

Aunque el darśan público no ha sido declarado oficialmente, la gente ha estado viniendo a ver a Amma. En el último año, Amma ha visto al menos a 300.000 personas. Esto se debe a que se impusieron límites. Normalmente, Amma ve al menos a un millón de personas al año. Con el fin de la pandemia, los niños regresaron a las escuelas y universidades. Hay cerca de 150.000 estudiantes estudiando en las instituciones educativas del Ashram. Por tanto, Amma entiende cómo la pandemia ha afectado a la juventud.

En todo el mundo, hay una gran diferencia en los estudiantes después de la pandemia. Los jóvenes han estado sentados en el interior solo mirando las pantallas de sus computadoras y teléfonos. Muchos padres le confían a Amma que esto ha afectado la salud mental de sus hijos. Tienen insomnio. No quieren ir a la escuela. Muchos padres se echan a llorar cuando le cuentan esto a Amma. Muchos han perdido interés en sus estudios. Muchos jóvenes han aprendido a pedir medicamentos en línea, pedir que se los envíen a su casa y usarlos en la privacidad de sus propios hogares. Entonces, en todo el mundo, ahora hay muchos nuevos usuarios de drogas y productos adictivos.

Algunas madres se quejan de que sus hijos se han vuelto adictos a sus teléfonos y exigen regularmente mejores modelos. Alrededor del 40 por ciento de los padres traen a sus hijos con ellos a Amma y, por lo tanto, Amma ha visto por sí misma la validez de las preocupaciones de los padres: los cambios en los jóvenes. Amma ha notado que sus mentes se han vuelto muy débiles. Sus vidas se han convertido en torres altas construidas con ladrillos apilados sin el cemento aglutinante; la más mínima brisa los derribará. Pueden tener talentos, pero su fuerza mental se ha perdido.

Muchos jóvenes se han suicidado. Muchos más tienen tendencias suicidas. Amma ha visto las cicatrices de los intentos de suicidio.

Algunos profesores de nuestra universidad hablaron con Amma sobre los cambios en el comportamiento de los estudiantes tras la pandemia. Cuando terminan las clases, los estudiantes salen corriendo solo para apoyarse contra los árboles afuera, luego se acuestan en el suelo, mirando sus teléfonos. Incluso si sus profesores se acercan o se sientan cerca de estos estudiantes, no se sientan ni levantan la vista de sus teléfonos. No muestran ningún respeto en absoluto. Los profesores dijeron: “Estamos muy preocupados por este comportamiento arrogante de los estudiantes. Cuando éramos estudiantes, no nos comportábamos así”.

Otro profesor dijo: “Tan pronto como los estudiantes salen de clase, se conectan los auriculares y escuchan algo o hablan con alguien por teléfono. Un día, uno de sus profesores ancianos tropezó y cayó accidentalmente. Gritó pidiendo ayuda, pero ninguno de los estudiantes lo escuchó. Todos tenían sus auriculares puestos”.

El vínculo maestro-alumno se ha reducido considerablemente. Mirando continuamente sus teléfonos, los estudiantes se han vuelto como robots. Han perdido la compasión. Su respeto hacia sus mayores y su gratitud hacia sus maestros se han reducido considerablemente desde los viejos tiempos. No son capaces de comprender el dolor de los demás.

Si la sociedad sigue así, pronto será como conducir vehículos sin seguir una sola ley de tráfico. Todos derribarán al otro y eventualmente todos perecerán. El sustento de la creación depende de la compasión. Si eso se pierde, todo se pierde. Nosotros, entonces, nos alejamos también de nosotros mismos. Cuando los jóvenes están bajo estrés, muchos buscan drogas y alcohol. No quieren que Dios sea su “pacificador”.

La espiritualidad le enseña a nuestra mente a asignar a las situaciones el lugar que les corresponde; tales principios se exponen en el Bhagavad-Gītā y en otras escrituras. Pero en lugar de aprender esto, condenan a Dios y las escrituras, etiquetándolos como superstición ciega. Luego beben y se drogan cuando las cosas se ponen difíciles. Finalmente, toda la familia está sumida en la discordia y el conflicto. Al ver el estilo de vida de sus hijos, incluso los padres pierden las ganas de vivir.

Parece que mucho más que la guerra debemos temer el estado de nuestros propios hijos. Todas las naciones deberían aumentar su presupuesto dedicado a fortalecer la salud mental de sus jóvenes, mucho más que a la defensa. Tenemos que enseñarles cómo manejar sus mentes. Alguien con un título en agricultura puede cultivar fácilmente. Sabrán a qué plagas y enfermedades deben estar atentos y cómo tratarlas si surgen.

El mundo es como una flor. Si uno de los pétalos se llena de plagas, afectará al resto de la flor. De manera similar, si una nación tiene un problema, todas las demás naciones también se verán afectadas. Cuando un individuo se ve afectado, también lo será la familia. A partir de ahí, se extiende a la sociedad. De la sociedad se extiende a la nación, y de la nación al mundo.

La gente suele decir: "¡Oh, ese es su problema, no el nuestro!"

Esto no es verdad. A menudo son los problemas no resueltos de los demás los que se convierten en nuestro problema. Por ejemplo, se produce un incendio en el piso más bajo de un edificio de 10 pisos. Las personas en ese piso corren atropelladamente, gritando: “¡Ayuda! ¡Ayuda! ¡Que venga alguien, por favor! ¡Ayúdadnos a apagar el fuego!”

¿Qué pasa si las personas en el décimo piso dicen “ese es su problema, no el nuestro” y no se molestan en ayudar? ¿Qué pasará entonces? El fuego se extenderá hacia arriba. Su problema no resuelto en su momento se convertirá en el nuestro. Por lo tanto, nunca debemos ignorar la llamada de ayuda de alguien, diciendo que es el problema de otra persona.

Dondequiera que vayamos en el mundo, la primera pregunta que nos hacemos es: "¿Hay Internet? ¿Tendré conexión a la red allí? ¿Tendré conexión a la red en esa casa? ¿Tendré conexión a la red en ese hotel?"

Si no lo conseguimos, seremos como pez fuera del agua, perdiendo incluso el sueño. La espiritualidad es, de hecho, la Red Interior. Si esa conexión es fuerte, ninguna situación externa podrá perturbarnos o estresarnos. Nos permitirá adaptarnos a las situaciones y al mismo tiempo ser compasivos. Nos dará la capacidad de perdonar, olvidar, tolerar y devolver. Seremos capaces de hacer esto con alegría. Esto es lo que llamamos espiritualidad.

Una vez se llevó a cabo un estudio sobre la actitud general de la población mundial. Solo se hizo una pregunta a los ciudadanos de cada país: “Por favor, dé su opinión honesta sobre las estrategias para superar la escasez de alimentos implementadas en otros países del mundo”.

La gente en algunos países respondió: “¿Alimentos? ¿Qué es eso?"

Algunas personas en otros países respondieron: “¿Honesto? ¿Qué es eso?"

Algunas personas ni siquiera conocían el significado de “opinión”. Algunos otros preguntaron: "¿Qué significa la palabra 'amablemente'?"

Algunas personas no tenían idea de lo que significaba "otros países".

Este es el estado de nuestro mundo. Para lograr el éxito en este mundo, todos deben tomar conciencia de los demás.

No es posible lograr esto externamente en el reino físico. No podemos eliminar la diversidad del mundo. Pero la diversidad no es un inconveniente ni una limitación. Es una oportunidad importante. Es una oportunidad de ver la unidad o la verdad en la diversidad.

Lo que damos es lo que nos vuelve. En mi infancia, mi madre me enseñó que el río era una encarnación de Devi (la Diosa) y nunca debíamos orinar ni escupir en él cuando tomaba mi baño diario.

Cada vez que me metía al río, el agua fría me hacía sentir ganas de orinar, pero podía contenerme como un interruptor, recordando las palabras de mi madre. Podía controlarme. La ganancia fue mía, porque pude bañarme en agua limpia y pura, incluso la siguiente vez que fui a bañarme. Como me enseñaron el valor de que no se debe orinar en el río, pude controlarme.

Si recibimos valores a una edad temprana, podremos controlar los impulsos inferiores, los pensamientos y las emociones negativas. En la actualidad, nadie puede controlar sus emociones. Las personas se están volviendo cada vez más como cohetes que han escapado del campo gravitatorio de la Tierra, sin saber hacia dónde se dirigen. Por lo tanto, tenemos que inculcar los valores adecuados en nuestros hijos.

Amma entiende que la salud integrada, la igualdad de género y la ciencia y la tecnología son parte del proceso C20. Hoy en día, la mayoría de las personas perciben la salud solo en relación con el cuerpo físico. Sin embargo, la existencia humana no es meramente a nivel del cuerpo.

La salud mental, intelectual y emocional también son importantes. Además, debemos reconocer la fuerza del espíritu omnipresente, el ātma-śakti, que impregna todo con conciencia. Cuando uno otorga a todos estos factores la misma importancia en la vida, el significado de la atención médica se vuelve completo.

La medicina moderna y los sistemas de tratamiento son ciertamente importantes y tienen su lugar. Sin embargo, la atención médica real no es solo buscar tratamiento médico cuando se está enfermo. En realidad, la naturaleza es nuestro amigo más cercano porque nosotros mismos somos naturaleza. Por lo tanto, moverse en armonía con la naturaleza es lo más importante para la salud holística.

Nuestra universidad realizó una investigación sobre los terrenos donde la gente vertía muchos desechos. Se encontró que el suelo era altamente tóxico. Luego se plantaron muchos árboles jóvenes allí, y después de tres años, volvimos a analizar el suelo. El suelo resultó limpio y libre de toxinas. Esto demuestra cuánta toxicidad del suelo es absorbida, procesada y limpiada por las raíces de los árboles. Además, los árboles limpian la atmósfera y nos dan aire limpio para respirar.

Nuestros antepasados solían adorar a los árboles como seres divinos. En mi infancia, vi a la gente orar pidiendo perdón debajo de los árboles antes de cortarlos. Esta era su forma de mostrar gratitud por lo que se les había proporcionado. Aunque algunas personas pueden etiquetar tal devoción como “primitiva”, Amma siente que esto es práctico. Es posible que tengamos que retroceder un poco y volver a visitar ese momento. Sin conectarse con la naturaleza y sin sus bendiciones, la salud holística es imposible.

Hace unos 60 años, durante mi infancia en el pueblo, se aplicaba estiércol de vaca en rasguños y heridas, y sanaban. Si hiciéramos eso hoy en día, la herida definitivamente se infectaría. Entonces, el estiércol de vaca, que alguna vez tuvo propiedades curativas, hoy se ha vuelto venenoso. ¿Por qué? Porque antes las vacas se alimentaban con pienso natural. La cosecha de arroz nunca fue rociada con productos químicos.

Pero hoy en día, casi todos los cultivos se rocían con productos químicos venenosos. Las vacas comen esto. La alimentación del ganado contiene productos químicos y polvo de huesos. La leche no tiene la misma calidad. Puede apaciguar nuestra hambre, pero nuestra inmunidad también está comprometida. A través de esto podemos obtener mayores cantidades de leche, pero también surgen muchas enfermedades.

Si la ciencia le ha permitido a la humanidad rociar un 5% de pesticidas y químicos en los cultivos, muchos rocían alrededor de un 25% para aumentar sus ganancias. Nuestros cuerpos y mentes se están contaminando. Amma no está diciendo que detengamos por completo su uso. Se requieren regulaciones más estrictas.

Con respecto a la igualdad de género, muchas naciones aún tratan a las mujeres como inferiores. La ciencia y la tecnología se han desarrollado, y el mundo ha hecho un progreso tremendo. La humanidad se está volviendo cada vez más sofisticada. A pesar de esto, en algún lugar profundo, todavía hay una gran reticencia y bloqueo mental para reconocer la igualdad de las mujeres. Entre las adolescentes de entre 15 y 19 años en todo el mundo, a una de cada cuatro se le niega la educación y el empleo. En el caso de los chicos, esta estadística es de uno de cada 10.

Otro tema importante es el empoderamiento de niños y mujeres de grupos marginados. Debemos considerarlo un yajña (compromiso sagrado) tomar su mano y ayudarlos a escapar de su vulnerabilidad. No debemos permitir que sus habilidades ocultas se desperdicien, beneficiándolos a ellos o a sus sociedades.

El Ashram ha estado apoyando aldeas en 25 estados durante muchos años. Al principio, Amma había dado instrucciones para que se adoptaran 108 aldeas. Luego, cuando visitábamos las aldeas y enseñábamos habilidades a las mujeres, algunos de los hombres de la aldea decían: “No queremos vivir enviando a nuestras mujeres a trabajar. Si comienzan a trabajar, se volverán arrogantes. No nos obedecerán.

Así piensan muchos hombres. Han sido condicionados a pensar así desde la infancia, por lo que Amma no los culpa.

Así, enseñamos a las mujeres habilidades que podían hacer desde sus propios hogares. Comenzaron a hacer trabajos con la capacitación que recibieron y ganan dinero. En algunos lugares, sin embargo, los hombres eran demasiado rígidos. Hay miles de incidentes como este de los que hemos aprendido. Cuando se reprime a las mujeres, el mundo pierde la contribución productiva del 50 por ciento de su población.

A medida que las mujeres se levantan y avanzan, los hombres deben abrirles paso, e incluso prepararles el camino. Los hombres deben dejar de ser una calle de un solo sentido y, en cambio, tratar de convertirse en una carretera ancha. En lugar de tratar de desarrollar su fuerza muscular como los hombres, las mujeres deberían tratar de desarrollar sus músculos cardíacos.

Eso es lo que Amma quiere decir con la palabra malayalam tantēḍi: ser valiente. Deben estar preparadas para aceptar lo que venga y seguir adelante, sin perder la confianza en sí mismas. Debemos crear las circunstancias para que tengan éxito. De lo contrario, será una gran pérdida para la sociedad.

Amma ha conocido a millones de personas. Incluso entre las jóvenes que estudian en nuestra universidad, los padres las presionan para que se casen una vez que completan sus estudios universitarios. A pocas se les permite seguir su doctorado. Los padres las hacen retroceder, diciendo que para cuando completen su doctorado, ya habrá pasado la edad para casarse y será difícil encontrarles un marido. Las estudiantes acuden a Amma y le dicen: “Amma, quiero hacer mi doctorado, pero mis padres me piden que busque trabajo”.

Por ese motivo, Amma introdujo el sistema de otorgar becas a los estudiantes, en el que reciben la misma remuneración que recibirían de un trabajo. Los estudiantes eran talentosos. Inmediatamente, Amma otorgó 100 becas de doctorado para animar a las jóvenes a obtener un doctorado. Muchas de estas chicas ahora son becarias de doctorado; han perfeccionado bien su talento y tienen publicaciones en revistas prestigiosas. Muchas han completado sus doctorados y también están casadas.

Si vivimos con el temor de que nuestras jóvenes no puedan casarse, ¿se puede lograr algo? Si creamos las circunstancias adecuadas, definitivamente pueden sacar a relucir sus talentos y hacerlos útiles para la sociedad.

Una cosa está clara: si queremos una solución duradera a las atrocidades que la humanidad afronta hoy y tendrá que afrontar en el futuro, debemos estar dispuestos a cambiar nuestro clima interno. Lo que está sucediendo en el entorno externo, ya sea el calentamiento global o el cambio climático, no es más que un reflejo del duro clima en nuestras mentes.

Hoy en día, las personas dedican la mayor parte de su tiempo y energía a etiquetar todo lo que ven con su nombre y dirección, ya sea la tierra, la naturaleza o Dios. Tratamos de reclamar y establecer nuestra autoridad sobre todo, con la actitud de “yo” y “mío”. Si esta actitud crece, nos convertiremos en nuestro peor enemigo.

Amma recuerda una historia al respecto: Una vez, un perro sintió un profundo deseo de viajar y recorrer el mundo. Empezó su viaje. Después de muchos días de viaje, finalmente regresó a casa. Sus amigos perros fueron a visitarlo y le preguntaron sobre su viaje. "¿Como fue el viaje? ¿Tuviste algún problema en el camino?", preguntaron.

El perro viajero respondió: “No, no encontré ningún problema con los demás. Todos me dejaron seguir mi camino. Los únicos que me causaron problemas fueron los de nuestra propia especie: otros perros. Dondequiera que iba, se abalanzaban sobre mí, ladrando y mordiendo. ¡Me persiguieron sin piedad y no me dieron paz alguna!” 

El estado de la humanidad actual es como el de este perro. Dondequiera que estén las personas en el mundo, son su propio peor enemigo. Para ser más precisos, la propia mente del hombre es su enemiga, así como su amiga. Sin embargo, dado que la fuente de nuestros pensamientos y acciones proceden de nuestra propia mente, si sinceramente queremos implementar correcciones en ella, los valores espirituales deben incluirse como parte del plan de estudios en nuestras instituciones educativas.

En nuestro Ashram hay alrededor de 200 niños de todas partes del mundo. Algunos se quedan aquí unos meses al año. Asisten a clases de Bhagavad-Gītā y escrituras. Cuando escuchan enseñanzas espirituales, pueden compartir los mismos juguetes con otros niños, aunque antes solían tener una rabieta si otro niño incluso tocaba sus juguetes.

Para el cumpleaños de un amigo, incluso regalan estos juguetes. En sus charlas, hablan de cómo regalaron un juguete favorito a otro niño por su cumpleaños, y que se sintieron más felices al dar, en lugar de recibir los juguetes para ellos.

Tras escuchar las enseñanzas espirituales, estos niños han sentido más alegría al compartir que al obtener algo para ellos mismos. Esto significa que, cuando las enseñanzas espirituales se asimilan adecuadamente, expanden nuestro corazón y nos hacen más conscientes.

La palabra sánscrita saṁskāra significa “cultura” o “aquello que se refina con el tiempo”. En un laboratorio, un “cultivo” se refiere a un pequeño espécimen de bacteria al que se le da un ambiente favorable para crecer para un diagnóstico. Se realiza para identificar la enfermedad y proporcionar el tratamiento adecuado.

De manera similar, cuando se inculcó un poco de la cultura del Ashram en los niños y se les dio una atmósfera propicia para crecer, floreció por igual en todos ellos. Los niños también comenzaron a practicar lo que habían aprendido. Incluso los más pequeños pueden reconocer el bien del mal.

Algunos usan su discernimiento y piensan: “Oh, ¿ese juguete es un deseo o una necesidad? No, no lo necesito. Preferiría darle el dinero a un niño pobre”.

Pueden hacer esto a una edad bien tierna. Incluso antes de aprender el alfabeto, han comenzado a practicar la caridad. Al ver esto, Amma cree que es posible inculcar valores de caridad y dharma (comprensión e implementación de lo que es correcto hacer) en los niños a una edad temprana.

Tienen tanto amor y cercanía entre ellos. Cuando uno de ellos está enfermo, todos llaman y le preguntan cómo están. Amma cree que sin duda podemos generar cambios tan positivos si educamos a los niños desde una edad temprana.

Si nos enfocamos en satisfacer nuestras necesidades en lugar de nuestros deseos, podemos hacer de esta Tierra un cielo. Piensa en un hermoso jardín florido. Muchos niños están en el jardín, corriendo, riendo y jugando alegremente. Las mariposas revolotean entre las flores, bebiendo alegremente el néctar. Amma desea que el mundo sea como este hermoso y pacífico jardín. Por mariposas revoloteando, Amma se refiere a todas las personas, en todo el mundo, que viven con alegría.

Todos obtendrían la parte que les corresponde. La gente no tiene que regalar todo lo que posee para lograr esto; sólo tienen que dar un poco de su parte. Si hacemos esto, no nos convertiremos en una isla aislada, ajena al mundo. Nos convertiremos en un eslabón en la cadena de la vida.

Para el crecimiento y progreso del individuo, la familia y la sociedad, se debe desarrollar una cultura adecuada. El ambiente para esto tiene que ser desarrollado dentro de nuestra mente. Las circunstancias para que esto crezca deben darse en nuestros hogares y en nuestras instituciones educativas.

Amma quisiera sugerir algunas cosas que creo que son particularmente importantes y relevantes en este momento:

1. Desde preescolar hasta el grado 12, así como en la educación superior, se debe crear un curso que enseñe compasión y desinterés. Debería introducirse un libro de texto obligatorio que incluya todos los aspectos de la grandeza del desinterés y la compasión.

2. Todo niño debe plantar un árbol en su cumpleaños y aprender a cuidarlo con amor y compasión. Se les debe animar a hacer bolas de semillas de papel con cien semillas y un poco de estiércol que se pueden arrojar al bosque. No se necesita agua ni fertilizante para que las semillas crezcan en el bosque. Las hojas caídas enriquecerán el suelo y nutrirán las plantas. Si una sola de las semillas brota y crece, podemos restaurar una pequeña parte de la Naturaleza. Será bueno si todos pudieran decidir hacer esto.

3. Se deben desarrollar proyectos donde se adopten aldeas con el apoyo de empresas y corporaciones multinacionales. Luego se deben establecer en ellos escuelas, colegios, hospitales e industrias en pequeña escala.

4. Desde la niñez, se debe enseñar a los niños a tratar a las mujeres y niñas con respeto. Enseñe a los niños a idolatrar la cualidad del amor. Desde preescolar, hacer comprender a los niños que, así como Dios es amor, el amor es Dios.

Antes de completar sus cursos, se debe llevar a los estudiantes a visitar un pueblo pobre. Cuando se queden unos días en una aldea de este tipo, se enfrentarán a los problemas diarios que encuentra la gente común y, con esta experiencia, podrán diseñar proyectos de curso para elevarlos. Antes de que entren en el mundo del amargo egoísmo y la competencia, esta experiencia sembrará algunas semillas de compasión y altruismo en sus corazones. Les enseñará a inclinarse humildemente ante el poder infinito de la naturaleza. El cuidado que brinda la naturaleza está más allá de lo que nuestra madre o nuestro padre biológicos pueden brindar. Por este gran regalo, debemos expresar nuestra gratitud.

5. Los líderes de todas las religiones deben enseñar a sus seguidores a ser inclusivos y nunca discriminar a nadie por su religión.

6. Debería ser obligatorio para todas las instituciones educativas capacitar a sus estudiantes, desde el más bajo hasta el más alto, para usar la tecnología con discernimiento y darles oportunidades para ponerla en práctica.

7. Todas las escuelas y universidades deben tener servicios de asesoría disponibles. Muchos estudiantes han estado sufriendo de depresión desde el comienzo de la pandemia del Corona. He visto a muchos estudiantes salir de ella sin medicación, porque recibieron asesoría en el momento adecuado. Los que no optaron por la asesoría tuvieron que tomar medicación. Necesitamos estar alertas y conscientes de los problemas de salud mental en los jóvenes, y estos servicios serán de gran ayuda.

Procedamos todos, con una idea en mente y un objetivo, a trabajar desinteresadamente por el bienestar del mundo. Que nuestros actos se conviertan en un noble ideal para los que vendrán después de nosotros. Que el árbol de nuestra vida se arraigue firmemente en la tierra del amor. Que nuestras buenas acciones sean sus hojas. Que nuestras amables palabras sean sus flores. Que la paz sea sus frutos. Que este mundo crezca y prospere como una sola familia, unidos en el amor.

Que el ethos de vasudhaiva kuṭuṁbakam—“El mundo es una sola familia”—despierte, se ponga en práctica y dé frutos en todos. Que logremos un mundo donde haya paz y armonía infinitas. Que la Gracia Divina nos bendiga a todos.

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