Sábado, 04 Febrero 2017 17:47

Nuestra mente y actitud hacen las experiencias dulces o amargas.

02 Febrero. Dindigul, Tamil Nadu – Gira india 2017

Amma visitó por primera vez la ciudad de Dindigul en Tamil Nadú, donde ofreció un programa público. Dindigul es la sede del famoso templo Abhirami, dedicado a una encarnación de la divina madre Kali. En consecuencia, el telón de fondo  del programa de Amma estaba adornado con una hermosa representación de Devi Abhirami. Amma fue recibida en el estrado por el sacerdote principal del templo Abhirami y con cantos védicos. En su bienvenida a Amma a Dindigul, el presidente del comité organizador dijo: “Recientemente Amma ha bendecido una piedra y ahora esa piedra es una imagen que es adorada en el interior del templo. Ahora cada uno de nosotros vamos a ser tocados y bendecidos por Amma, ¿dónde vamos a situar?” El presidente compartió su convicción de que pasar una noche con Amma iguala el mérito que se gana manteniendo promesas en nueve fiestas de Navaratri.

Dirigiéndose a todos los reunidos, Amma declaró que “las circunstancias de la vida siempre están cambiando. El cambio es una ley inmutable de la naturaleza. Sin embargo, es nuestra mente y nuestra actitud  las que hacen que las experiencias sean dulces o amargas. Si no somos capaces de mantener nuestra mente bajo control, la tristeza nos perseguirá. Pero, una vez que mantengamos la mente bajo nuestro control, no habrá problema ni tragedia que pueda desestabilizarnos o paralizarnos”.

Amma distribuyó saris a todos los miembros del grupo de auto ayuda Amrita Shree local.

Una gran muchedumbre vino a verla  y a llevarse sus bendiciones. Amma los deleitó dirigiendo la Puja Manasa en lengua Tamil y también cantó muchos bhajans nuevos en Tamil.

Durante el darshan, muchos alumnos de la escuela Amrita Vidyalayam de Trichy presentaron sus programas culturales.

Cuando Amma terminó el darshan a las 9:45 de la mañana siguiente, tras permanecer sentada toda la noche y recibir a todos y cada uno de los que habían llegado al programa la tarde anterior, más gente llegaba aún por centenares. Daba la impresión de que si Amma se hubiera quedado más tiempo, la corriente humana nunca hubiera cesado de llegar hasta sus pies. Amma tenía que continuar a su siguiente programa, pero aún así se quedó el tiempo suficiente para dar prasad a todos los recién llegados, asegurándose de que todos los que habían venido en busca de su bendición la recibían.

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