Thursday, 20 August 2020 08:38

De cero a héroe

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Arjuna pensaba, “Soy un cero y Krishna, mi héroe, actúa a través de mí.”  Este tipo de comportamiento puede llegar a convertir un cero en un héroe. 

Este es el significado de un verso de la Bhagavad-Gita: “Dondequiera que el Yogeshwara Krishna y el arquero Arjuna actúen juntos, habrá éxito, prosperidad y fama.”

Un día, Krishna puso las manos en los hombros de Arjuna, miró a sus ojos profundamente y dijo, “Arjuna ¿si te hago una pregunta, me contestarás honestamente?”
“Claro,” contestó Arjuna.
“Muy bien.” “¿Quién es el mejor arquero del mundo?”
Arjuna contestó sin dudarlo, “¡Yo, sin duda!”
El Señor respondió, algo disgustado, “¡Arjuna, no sabía que eras tan arrogante! ¿Está bien cubrirse de elogios uno mismo?”
Arjuna sonrió y dijo, humildemente, “Señor, cuando tú, el Todopoderoso, coges mis hombros así, ¿cómo no voy a ser el mejor del mundo?”

La respuesta de Arjuna agradó a Krishna, porque alguien con fe y entrega a Dios siempre saldría victorioso. Arjuna entendía que “el señor Krishna me guía.” Con tal entrega,  habrá victoria segura.

Hay niños que, tal vez en broma, preguntan, “¿Qué tal he cantado?” y a la vez, contestan, “No hace falta que nadie alabe mis canciones, ya lo hago yo.” Tal vez haya ego involucrado para que el esfuerzo se convierta en éxito, pero Amma ve inocencia en ello.

Arjuna estaba convencido que no era un aparato que funcionaba con una batería, sino que estaba conectado a la fuente suprema de energía: Sri Krishna. Cuando bostezamos hay una energía detrás de la boca abierta y si deja de funcionar, no podremos cerrarla.

Amma recalca que no deberíamos decir, “Soy el mejor,” con ego. La respuesta de Arjuna vino de la entrega, porque pensaba, “Soy un cero y Krishna, mi héroe, actúa a través de mí.” Así se convierte un cero en un héroe.

Durante la Guerra de Mahabharata, cuando Karna apuntó la flecha al cuello de Arjuna, Shalya le advirtió que no lo hiciera y que apuntara al pecho, pero Karna, con ego y orgullo, dijo que una vez decidido no cambiaría su objetivo y disparó la flecha al cuello de Arjuna. Justo cuando la flecha estaba a punto de alcanzarle, el Señor paró el carro con el pie, por eso, la flecha pasó por encima de la cabeza de Arjuna y solo le arrancó la corona. Estaba protegido, porque era humilde y había entregado, incluso su vida, a los pies sagrados del Señor y la flecha que debía haberle quitado la cabeza, solo le quitó la corona. De hecho, Karna era mucho más fuerte que Arjuna y sabia más tácticas de guerra, su inconveniente fue negarse a inclinarse ante nadie.

De la misma forma, debemos entregar nuestra vida a Dios con humildad y todos los problemas y dificultades disminuirán y en vez de “quitarnos la cabeza”, simplemente nos “quitarán la corona.” Así, seremos dignos de la gracia de Dios.

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